lunes, 8 de abril de 2019

ARCHIE VS. DEPREDADOR

“Archie”, el popular tebeo creado en los albores de los años 40 por John Goldwater y puesto en el papel por Vic Bloom y Bob Montana al guion y los lápices respectivamente y que narra las historietas de un grupo de adolescentes y sus quehaceres diarios, es poco más que una institución, una insignia de la cultura popular americana y uno de los cómics en activo más longevos. Tras montones de colecciones, merchadising y series de dibujos animados, todavía  su empresa, Archie comics, se sustenta principalmente de las aventuras de este grupo de adolescentes y sus problemas de corte romántico humorístico.
A España, “Archie”, llegó a los kioscos gracias a la mexicana editorial Novaro con cuentagotas, pero se hizo popular gracias a la serie animada de Hanna – Barbera, que creada en los años 60 se emitió en nuestro país en los 80 y, más allá de eso, es conocido sobre todo por los amantes del cómic más inquietos y experimentados.
Como fuere, “Archie” en la actualidad se sigue editando, si bien han cambiado la idiosincrasia de los personajes para adaptarlo a las costumbres y modos de vida contemporáneos y se está experimentando con el personaje hasta, prácticamente, hacerle perder la identidad. Ahora muchos de estos cómics nos presentan a Archie y su pandilla en dibujos de corte realista y vestidos como “Millenials” y el otro atractivo con el que cuenta la serie son los bizarros e improbables crossovers a los que se les somete a diario, así como las historias paralelas que van desde el noir hasta el terror y en las que lo único que tiene que ver con el universo de Archie, es la propia pandilla de Archie.
Esta práctica no es nueva y se lleva extendiendo desde los años 90 y tras el éxito que supuso el primer crossover  al que se sometió a Archie con el cómic “Archie Meets The Punisher”, en el que se enfrenta a nuestro protagonista nada menos que con El Castigador.
Dentro de esa dinámica, Norma editorial edita la colección de cuatro números de los que se compone este “Archie Vs, Depredador” y que surgen de la necesidad de ganar cuartos por parte de Archie comics, Dark Horse y Fox.
La principal gracia del asunto, además de la obvia, radica en que si en este tipo de recreaciones últimamente se le estaba otorgando un tono realista al  cómic de Archie, en esta ocasión, y de la mano de Alex de Campi, Fernando Ruiz, Rich Koslowski y Jason Millet, lo que se hace es devolverle a Archie y su pandilla el tono humorístico, el aspecto de cartoon y hacer lo propio con el depredador, es decir, que lo vuelven Cartoon y a partir de ahí, comienza la marcianada.
Pero más allá de eso, y una vez satisfecha la curiosidad que nos produce una propuesta como esta, poco más ofrece este tebeo. Es bastante aburrido y poco resultón, y el único aliciente quizás hubiera sido rompedor en los 80 —y si me apuran, en los 90— es el poder ver como el depredador desmiembra, trocea y descabeza a la gran mayoría de la pandilla de Archie de manera salvaje, con todo lujo de detalles y sin contarse. Sin embargo, como todo esto ocurre en el universo catooniano, el lector se queda igual, o se echa unas risas. Quizás, al contrario, si como se estaba haciendo hace poco con Archie, hubieran introducido al depredador dentro de la línea más realista, ese gore, ese salvajismo, nos hubiera impactado.
La cosa va de un premio que ganan Archie y su panda, que consiste en unas vacaciones pagadas en un resort sito en algún lugar paradisíaco, con tan mala suerte que, llevándose estos un extraño puñal que se encuentran en plana selva y que, posiblemente, pertenezca al depredador, este les persigue hasta su hábitat natural dando cuenta de cada uno de ellos. Para defenderse, los chicos tendrán sus propios recursos, como convertir a Archie en un robot a lo Mazinguer Z.
La verdad es que, en todos los sentidos, es poca cosa.  Por saciar la curiosidad, siempre y cuando, se encuentren este volumen en una biblioteca.