lunes, 4 de enero de 2021

DOWN TO EARTH (DE VUELTA A LA TIERRA)

No centrándose en la comedia stand up,  “Down to Earth (De Vuelta a la Tierra)” sí que tendría un comediante de micro como protagonista y un 25% de la película nos mostraría parte del repertorio de este en varios escenarios destinados a tal efecto, como el mítico teatro Apollo de Harlem, lugar dónde asimismo tuvo que sacarse las castañas del fuego, en la vida real, Chris Rock, protagonista, soporte absoluto, y razón de ser de “Down To Earth (De Vuelta a la tierra)”. De hecho, claramente, el personaje principal de la película, Lance Barton, está inspirado levemente en el propio Rock, en tanto que ambos se criaron en el barrio Neoyorkino de Bed Stuy, Brooklyn, y ambos fueron abucheados en el Apollo y considerados poco graciosos en sus inicios. Sin embargo, Rock debe su fama a sus actuaciones bajo micro que le convirtieron en uno de los mejores humoristas. De hecho se le considera el relevo de Richard Pryor, amén de ser uno de los comediantes más incisivos y ágiles de mente de los últimos 20 años.
“Down To Earth (De Vuelta a la Tierra)”, por otra parte, no es más que el más flojo remake —el segundo, de hecho— de  “El difunto protesta” de 1941. El primero dataría de los años 70 y sería el archiconocido “El cielo puede esperar”, ese vehículo para el lucimiento del palmito patillero de Warren Beaty. La diferencia radica en que al contrario que en las dos que le preceden, en “Down To Earth (De vuelta a la Tierra)” el protagonista no es un deportista —en “El difunto protesta” era un boxeador”, así como en  “El cielo puede esperar”, sería un jugador de rugby”—  ni es un hombre blanco. En esta, Chris Rock encarna a un repartidor de mensajería que en sus ratos libres hace espectáculos de stand up.
Como más que una adaptación del clásico de 1941 se trataría de un argumento prestado para una película en la que lucirse Chris Rock, este,  se toma ciertas licencias, de manera que el humor de esta película radica, sobre todo, en los gags de corte racial, especialidad de Chris Rock en los escenarios.
Cuenta como este individuo es atropellado por un camión. En consecuencia muere, y cuando sube al cielo, se descubre que ha sido un error por parte de los ángeles, por lo que estos le enviarán de vuelta a la tierra para que reemprenda su vida hasta que le toque morir de verdad, solo que su cuerpo ya no está disponible. Así que tendrán que encontrar el cuerpo de otro individuo a punto de morir en el que depositar su alma. Hasta que encuentren un cuerpo que vaya acorde con su personalidad, se le adjudica el de un millonario blanco al borde de la tercera edad para que nuestro protagonista lo  habite, y en el que emprenderá su nueva vida. Así, enmienda todas las injusticias ocasionadas por el excéntrico millonario, enamorando con su verborrea a la enfermera que en un principio no le podía ni ver. La gracia del asunto está en que, como nuestro protagonista no puede dejar su principal pasión, que es la comedia de micro, este acometerá sus actuaciones en el cuerpo de un hombre blanco de sesenta años, por lo que los chistes sobre estereotipos negros en la boca de un individuo blanco, alimentarán las iras de los hombres negros presentes entre el público, con trágicas consecuencias para  nuestro protagonista.
Especialmente divertidas son las escenas en las que Lance Barton va en su coche lujoso escuchando la música de Snoop Dog, cantando entusiasmado y haciendo aspavientos como todo un rapero, en el cuerpo del millonario blanco. Las cara de asombro de los conductores negros del coche de al lado al ver a un hombre mayor blanco comportándose como todo un negrata, son ya un clásico de la comedia moderna.
La película es de lo más correcta, si bien no hace alarde de nada excepcional durante su metraje. Chris Rock cumple su función de lo que sería uno de sus primeros papeles importantes, complaciendo a su platea que convirtió la película en un moderado éxito de público, si bien la crítica se cebó con ella en todos los aspectos.