viernes, 15 de enero de 2021

EXTREMITY

Película destinada a las plataformas digitales cuyo punto de partida es de lo más interesante. El film incide en la evolución de los “Horror Rides”, es decir, las atracciones de feria destinadas a causar terror a los usuarios que las eligen por puro gusto. Estas solían constar de un coche de raíles que llevaba al usuario por un recorrido en el que una serie de monstruosos animatronics asustaban al personal, hasta que esto derivó a los “Pasajes del terror”, que eran caserones debidamente ambientados en las que unos actores disfrazados de todo tipo de monstruos nos las hacían pasar canutas. Ya el siguiente nivel nos lo ofrecen las “Escape Room”, que son los juegos de escapismo en los que los usuarios quedarán encerrados en una habitación ambientada bajo cualquier tipo de temática y, a través de una serie de pistas, tendrán que ingeniárselas para salir de ahí.
Lo que “Extremity” ofrece en su trama, es una vuelta de tuerca a todo eso.
La cosa va de una mujer joven, fan del ultragore y el sector más duro del cine de terror (y que, como es habitual en el fandom, está buena que te cagas) que, con la intención de superar ciertos traumas y pavores de su infancia, decide participar en una atracción ofertada en Internet llamada “Perdition” que asegura llevar al usuario al límite en cuanto a terror inflingido. La muchacha, tras firmar una serie de papeles en los que exime a la empresa de responsabilidad alguna en el caso de que suceda algo raro, se introduce en el juego participando en el mismo de manera ortodoxa. La cosa se irá complicando y se pondrá rara, cuando la chica considera que nada de lo que ocurre en esta atracción es tan extremo como prometían. Y se irá todo de madre.
El caso es que, de inicio, todo es prometedor, parece que vamos a ver una películita de estas que va a trascender un mínimo en nuestro fuero, pero, una vez la chica se ha metido de lleno en el juego, la historia va perdiendo fuelle hasta tal punto, que no es que acabemos aburridos viéndola, es que acabamos aborreciendo todo lo que nos propone. Además, la falta de imaginación es una constante durante el desarrollo; armas, perros que no muestran signos de ser violentos y máscaras carnavaleras de calaveras como máximo icono de lo terrorífico, son los elementos con los que los responsables de “Perdition” intentarán causar el máximo terror a los protagonistas. Con máscaras de carnaval, metralletas y un perro, no me jodas.
Por lo demás, pura formula que no funciona, clichés, y un sentido de la estética rematadamente moderno que en su afán por destacar, acaba hundiendo todo lo mostrado en la mierda.
Mala, muy mala. Y es una pena porque prometía.
El guion es de Rebecca Swan, que ha trabajado para el infame de Fred Vogel en “The Final Interview”, un reciente intento del redneck por cambiar de registro hacia un cine más estándar (dentro de lo estándar que alguien de su calaña puede llegar a ser) del mismo modo que escribió algún que otro capítulo para la serie “Terror en estado puro” y que anda metida en la inevitable y, ahora en postproducción “Creepiepasta: The Movie”.
La dirección corre a cargo de Anthony DiBlasi (responsable de esto) que, hasta el día de hoy, no ha dirigido nada que destaque o que sea digno siquiera de consideración, convirtiéndose así en uno de los cientos de directores de productos de medio/bajo presupuesto que pululan por ahí, sin nada interesante que contarnos.