No es esta la primera vez que hablamos de "Star Trek" en el blog. Cuando tocó, le di un muerdo a la cuarta y quinta entregas. Y Aratz hizo lo mismo con el olvidable reboot. Pero me he dado cuenta que siempre que reseñamos alguna película de la franquicia, comenzamos hablando de nuestra relación con ella, los títulos que vimos en nuestra infancia, nos justificamos diciendo que no somos "trekkies", mentamos a "Star Wars", bla, bla, bla. Bien, eso se acabó.
"Star Trek, la próxima generación" significa el "paso del testigo" de la saga clásica a la que, entonces, se consideraba la moderna, la nueva, aquella encabezada por la tripulación de Jean-Luc Picard y que ya arrastraba sus añitos. Así pues, tenemos a unos cuantos de los integrantes originales, Kirk, Scotty y Chekov, inaugurando el nuevo Enterprise. Sin embargo, durante el viaje en cuestión, se lía parda y Kirk muere. O no. En realidad no, porque de lo contrario nos dejaría a todos cojeando. Sabemos que volverá a salir y currará mano a mano con Picard. Pero antes, toca entender de qué va todo y disfrutarlo en el proceso.
La trama es cojonuda. Existe un lugar maravilloso llamado Nexus al que, todo aquel que va, vive inmerso en la más absoluta felicidad. Pero para llegar, hay que esperar a una especie de espiral gravitacional gigantesca que estalla en medio del universo cada treintaypico años. No puedes adentrarte en ella con una nave porque sería destruida, así que el villano (al que da vida un muy adecuado Malcolm McDowell) elabora un plan acojonante: Hacer estallar dos estrellas para desviar la espiral y que pase por en medio de un planeta, donde él la estará esperando. El problema es que dicha explosión se llevará por delante un sistema solar entero y, concretamente, una civilización al completo. Los integrantes de la Enterprise se enteran del cristo y deciden intervenir.
Todo ello coincidiendo con una subtrama (o puede que la subtrama sea lo que les acabo de narrar) en torno a la madurez, el paso del tiempo y la pérdida de las ilusiones. Lo que combinado con las posibilidades de felicidad eterna que ofrece el Nexus, da mucho juego a los dos personajes principales más afectados por la acumulación de años, los captains Kirk y Picard. Curioso que, recientemente, este último haya protagonizado su propia serie de "Star Trek" en torno, nuevamente, a la madurez.
El resultado a todo esto es "Star Trek, la próxima generación", un film tremendamente entretenido y dinámico que les recomiendo si quieren pasar un buen rato. El aroma del buen cine mainstream.
En el Nexus deben hacerse pelis como esta.