viernes, 24 de junio de 2022

SEX AND THE SINGLE VAMPIRE

Con una factura amateur que casi ofende a la vista, y con unos cuerpos de escombro que ofenden más todavía, “Sex and The Single Vampire” es una extraña comedia softcore a punto de ser porno del año 1970 en la que John Holmes, con una única escena de folleteo en todo su escaso metraje (y en la que por poco no le vemos enderezar el miembro pese a que no existen ni las felaciones ni la penetración), interpreta, sin bigote, a un vampiro con muy mala hostia que tiene miedo a los ratones, que no descansa en su ataúd y que maldice porque se le acaba la sangre embotellada. Un día, un grupo de swingers irrumpen en su apartamento y se ponen a follar alegremente entre ellos. El vampiro, que además es algo voyeur, les observa desde las esquinas con sus prismáticos con la esperanza de poder meter baza en las orgías, motivo este por el que pasará por distintas vicisitudes a la hora de eliminar a algunos de los machos que se despistan. En su afán por secuestrarles con el fin de ser el único practicante de sexo masculino en la orgía, llegará incluso a electrocutarse con una bombilla, pero finalmente se meterá en la cama con todas las señoritas y hará el amor con ellas hasta el amanecer, claro que los rayos de sol son mortales para los vampiros…
La verdad que el soft más tedioso, al igual que nuestras clasificadas “S”, no tienen mucho sentido una vez legalizado el porno hardcore, es decir, sirvieron en su momento para que el público se masturbase viéndolas y con el porno convencional estas pasaron a un segundo plano siendo poco menos que un sucedáneo. Y es que son todas muy malas y con nulo valor cinematográfico más allá del mero hecho de sus existencias. “Sex and The Single Vampire”, también editada en su momento bajo el título de “Dracula, The Dirty Old Man” por la gente de Something Weird Video, no es especial en absoluto y las escenas de folleteo —en las que no hay folleteo— son de lo más aburridas y anti libido que se puede echar uno a los ojos, sin embargo lo que la hace diferente son los toquecitos de comedia, muy dicharachera y simpática —con sus momentos de slapstick incluidos— por parte de John Holmes que en esta película es más actor que follador. Te ríes, sobre todo con las continuas blasfemias que suelta el personaje (acreditado como Conde Spatula) y con sus idas y venidas por la destartalada casa que le sirve de mansión. Más allá de eso, y el chiste final con el que personalmente me muero de risa, nada, únicamente valor antropológico.
Junto a Holmes en el reparto tenemos a Sandy Dempsey, prometedora actriz que hubiera despuntado en el porno legal de no haber fallecido a los 25 años justo antes de que este se legalizara en los USA. Le dio tiempo a hacer unas cuantas películas sucias a medio camino de todo eso.
Dirige Monduck Freezer. Obviamente se trata del seudónimo de alguien, pero al ser “Sex and The Single Vampire” una película prácticamente clandestina de la que apenas hay info, váyanse ustedes a saber quien se ocultaba tras este estupendo nombre.