sábado, 9 de julio de 2022

ZOMBIE COP

El cop titular se enfrenta cara a cara con un temible traficante de día, brujo vudú de noche. Durante la trifulca "mueren" los dos... no antes de que el brujo lance una maldición al otro. Pasadas unas horas, revivirán y, básicamente, seguirán donde lo dejaron.
La primera vez que tuve noticia de esta... cosa, fue en las páginas de mi querida "Mad Movies". Salía publicado una especie de pre-cartel -el que aquí les dejo- cuyos elementos nada tendrían que ver con el producto acabado. Ni en la tipografía del título, ni el look del policía muerto viviente, ni siquiera esa ambientación "noir" con fulana buenorra, hotel sórdido y tal. Me fascinó y no tardó nada en formar parte de mis obsesiones. Poco sabía entonces que aquello era una idea del temible David DeCoteau siguiendo la ya clásica estrategia de "cúrrate un título chulo, con su póster no menos chulo, lánzalo y a ver qué pasa. Si lo merece, ya me buscaré la vida para hacer la película, invirtiendo el menor capital -y talento- posible/s" Pal caso el encargo recayó nada menos que en J.R.Bookwalter, por entonces asociado con el director de "Dreamaniac" (lo que dio pie a su primer atentando compartido, "Robot Ninja"). DeCoteau le cedió 5.000 dólares para la gestación de dos películas, "Kingdom of the vampire" y "Zombie Cop". Ambas se iban a parir en escasos días y, por supuesto, formato vídeo. Pero del de 1991. Así las cosas, Bookwalter pilló su equipo de Super-VHS, su Commodore Amiga 2000 (con el que solía currarse todos los feos gráficos de sus trabajos) y parte de la peña que le ayudó en la peli del ninja robótico. Grabaron en el propio apartamento del director (de ahí que aparezcan tantísimos pósters de producciones DeCoteau/Bookwlater, así como otras de Charles Band y colegas), el colmado familiar (cosa delatadísima nada más ver la marquesina) y allá donde les dejaran. Una vez terminada, se lanzó al mercado del vídeo junto a la mentada "Kingdom of the vampire" y pasó... pues lo que tenía que pasar.
Antes de seguir, es importante aclarar que el propio J.R. firma el desastre con el seudónimo de Lance Randas (aunque podría haberlo hecho en una segunda edición remasterizada, no la original) y que soltó declaraciones como estas: "Es un mal vídeo casero que nunca tendría que haber visto la luz". Más claro, el agua. Le doy toda la razón. "Zombie Cop" es un mojón de mucho cuidado... aunque, honestamente, no esperaba otra cosa. J.R.Bookwalter me cae bien. Respeto bastante lo que ha hecho a lo largo de su carrera. En cierto modo puede incluso despertar nuestra admiración. Pero también es verdad que el tipo no tiene lo que se dice mucho talento. Jamás ha facturado nada ni medianamente digno. Si encima nos enteramos que, durante la gestación de ambos largometrajes, fue "Kingdom of the vampire" el que se llevó más atenciones y mayores esfuerzos, pues entonces quedan perfectamente justificadas todas las carencias de "Zombie Cop", que van desde actores absolutamente negados, terribles, al más mínimo sentido de nada... sea ritmo, sea comedia voluntaria (atención al tipo que da vida a un árabe con una enorme toalla de baño mal puesta sobre la cabeza), sea suspense, sea acción, sea violencia, sea truculencia. Todo esto destaca especialmente en el tramo final, el -por llamarlo de alguna manera- clímax. Imaginen como será que, aún tratándose de una larga persecución, primero a pata (es absolutamente descojonable ver al poli zombie y al del vudú recorrer un parque infantil y cruzar entre los columpios y toboganes como si fuesen obstáculos difícilmente superables) y luego en coche, el resultado carece de la nimia emoción y, básicamente, aburre hasta las cabras. No ayudan nada esos puñetazos incapaces de impactar donde deben, el patosismo general en las "escenas de riesgo" y la música de teclado "Casio" repetitiva y rayante.
Un auténtico desastre, en mayúsculas, que aunque no salvaría ni el mismísimo Jesuscristo con un improbable milagro, sí reserva pequeñas curiosidades. Tenemos sendos cameos (el propio Bookwalter viendo y disfrutando de "Robot Ninja" en una tele -¡ah, era él!- y David DeCoteau como conductor pillado en medio de la "persecución"), muchos rostros reincidentes (los dos delincuentes que intentan atracar el colmado son los mismos pandilleros que salían en "Robot Ninja", hasta el extremo de vestir exactamente igual) y las inevitables citas/robos a "Robocop", "Terminator", "Phantasma" (Una de las favoritas de Bookwalter. El cementerio donde revive el prota se llama igual que en la peli de Coscarelli) y "Maniac Cop" (el look de "Zombie Cop" es extremadamente deudor de este) Detalle especialmente gracioso si tenemos en cuenta que aquellos "hipsters" y "esnobs" capaces de defender productos indefendibles como "Zombie Cop" -¡que los hay! especialmente en estos tiempos de tanta pose y tanta estupidez- tiran del discurso anti-Hollywood para reivindicar su condición "independiente y facturada con amor" (sí, ¡¡muchísimo!!), cuando justamente es de la meca del cine de donde se fusilan la mayoría de sus "ideas".
En los créditos finales lanzan una puyaza a Dr.Cyclops, el célebre reseñador de novedades videográficas de la revista "Fangoria" al que se la tenían jurada todos estos pelacañas porque solía soltar dolorosas verdades como puños sobre sus infrapelículas. Verdades como que "Zombie Cop" es una pedazo de ñorda inmisericorde... pero sabía que escribir sobre ella iba a ser la mar de divertido.