sábado, 5 de noviembre de 2022

DIRECTOS AL INFIERNO

Entre "Sid y Nancy" y "Walker (Una historia verdadera)" Alex Cox dirigió esta "Directos al infierno" ("Straight to hell" en v.o. La he visto bautizada por ahí como "Derechos al infierno", pero la mía es una copia grabada en su día de Televisión Española, y figura tal y como reza el encabezamiento), una cosa extrañísima que parece improvisada porque, en fin, lo está. Es decir, el guion firmado por Cox y su actor / colega / punk de afiliación Dick Rude contaba 66 escasas páginas y fue tecleado en cuatro únicos días. No es difícil deducir que, durante el rodaje, se inventaron mucho. De hecho, la historia de la gestación es tan curiosa como que Alex Cox quería organizar un tour de bandas más o menos punkeras con el fin de rejuntar financiación. Sin embargo, el tema se fue al garete. Así, aprovechando que todos los grupos comprometidos disponían ahora de tiempo libre -y hacer "Directos al infierno" salía más barato que organizar lo otro-, se lanzaron a parir la peli, con las consecuentes prisas. Claro, dele usted una cámara, mucho tiempo y más libertad al frontman de los "Clash", Joe Strummer, a los "Pogues" al completo, al bajista de los "Circle Jerks",  Zander Schloss, a Elvis Costello, Courtney Love (¡mira que era fea! ¿qué le vería Kurt?), Edward Tudor-Pole, a Jim Jarmusch, Dennis Hopper y Grace Jones en plan cameo, y a los habituales de Cox, Sy Richardson, el mismo Dick Rude, Miguel Sandoval, Del Zamora y Luis Contreras y ¿qué obtendrá? Pues una película que, básicamente, parece una fiesta muy bien fotografiada por Tom Richmond y, sin duda, durante la que lo pasaron pipa jugando a lanzar un guiño legañoso al espagueti-western. Tan concienzudamente que incluso se trasladaron en piña hasta Almería. No era la primera vez que Cox visitaba nuestro particular plató del oeste. Siendo joven hizo allí un corto arty a base de sacar imágenes fijas de todas y cada una de las casas del poblado. La cuestión aquí es, ¿nos lo pasamos nosotros igual de bien viendo "Directos al infierno"?
Unos ladrones de poca monta vacían un banco y huyen por el desierto, para recalar en un polvoriento poblado repleto de gentuza, bandidos y entes de mal vivir. Al principio encajan bien, pero cuando corre la voz que disponen de un botín, comienzan las rencillas. Inevitablemente, todo terminará en un tremendo tiroteo.
Y es esta parte la que arregla la película. Una masacre en la que muy pocos sobreviven y acaba dejando buen sabor de boca. Suerte, porque lo precedente, salvo inspirados momentos de cruel humor negro, es bastante caótico. No hay realmente una trama. Solo una sucesión de momentos, diálogos chorrísimos inventados sobre la marcha y tonterías que no aportan nada pero se soportan, ni que sea gracias a la curiosísima galería de rostros que van pululando.
Si a ello sumamos la escueta -y previsible dadas las circunstancias- duración, pues resulta que "Directos al infierno" termina siendo una de las mejores películas de su director. Si no la mejor. Y, también, la más punk de todas, en el sentido real que, pal caso, se refiere a la actitud y su espíritu libre. Supongo que esas cosas pasan cuando te rodeas de las personas adecuadas.