lunes, 20 de febrero de 2023

COAL BLACK AND DE SEBBEN DWARFS

Ojeando una de las muchas revistillas sobre cine de ciencia ficción que tiene mi cuñado Andy en San Francisco, quedé fascinado por unos bocetos que mostraban una suerte de personajes de animación que, claramente, representaban el estereotipo racista estadounidense, el coon. Pero tenían muy buena pinta y decidí indagar un poco más en este tema y ver ese producto.
Resulta que los bocetos pertenecen, como bien se lee en uno de ellos, al cortometraje de “Merrie Melodies” de la Warner Bros “Black Coal and de Sebben Dwarfs”, pronunciado literalmente como se supone que hablan esos negros asalvajados que nos enseña el corto.
Se trata de una parodia libre de “Blancanieves y los siete enanitos” que nace un poco como revulsivo al largometraje de Disney, y que sin mucho que ver con el cuento original, y a ritmo de Jazz, nos muestra a una serie de negros cantando y bailando durante poco más de seis minutos. Estos negros aparecen representados como vagos, holgazanes, con gruesos labios y dentaduras de oro, mostrados en pantalla yo diría que incluso con saña. También aparece una negra (la propia Coal Black del título) con culo respingón totalmente sexualizada y puesta ahí para poner cachondo al personal.
El cortometraje de 1943, dirigido por Bob Clampett, se incluyó en la lista que a los yankees gusta en llamar “The Censored Eleven” y que incluye otros diez cortometrajes más de “Looney Tunes” y de “Merrie Melodies” —ambas series de Warner— retirados de su distribución por contenido violento, propagandístico o racista, quedando, en consecuencia, prohibida su emisión en televisión o cualquier otro medio de difusión.
La paradoja está en que muchos de estos cortometrajes, y en particular este de “Black Coal and de Sebben Dwarfs” son considerados obras maestras. Incluso, historiadores de cine y expertos en dibujos animados nombran este corto como una de las mejores piezas de animación de la historia. Asimismo, es puesto como ejemplo en las clases de animación americanas, para que los alumnos estudien el corto y aprendan la técnica.
Por supuesto, el cortometraje es racista a más no poder y claramente ofensivo, pero no está exento de cierta inocencia y, como solía decir Whoopi Goldberg en la introducción de las ediciones de algunos de estos cortos para DVDs de la Warner: “Comprendan ustedes que estas obras pertenecen a otro tiempo y otra sociedad y que son parte de la historia”. No pasa nada por verlos.
Disfruten de los bocetos, que son una maravilla.