martes, 5 de agosto de 2025

BEING MARIA

Poco antes de morir, Maria Schneider puso de actualidad la obra maestra “El último tango en París” declarando que la famosa escena de “la mantequilla” —recuerden, esa en la que Brando da la vuelta a la Schneider, le unta el ojal con ella y la penetra analmente de manera muy brusca mientras lanza maldiciones contra la familia de su mujer fallecida— no estaba en el guion  y que, tras tramarlo entre bastidores Marlon Brando y Bernardo Bertolucci, al dar la voz de acción, se encontró con dicho momento sin comerlo ni beberlo. Mucho se especuló con si había sido violada realmente o no, y la actriz aclaró que no hubo penetración pero que, al no ser avisada de lo que el actor y el director querían hacer, se sintió no ya violada por Brando, sino también por Bertolucci. La controversia estuvo servida.
Con ella ya fallecida, Bertolucci apareció en un programa de la televisión italiana hablando sobre la escena en cuestión, asumiendo que, efectivamente, la planearon a espaldas de la actriz porque, al pillarla sorpresivamente, obtendrían una reacción real por parte de ella que beneficiaría la película. Y acto seguido, pedía disculpas por el poco tacto con el que abordaron el asunto.
“Being Maria” sería el biopic dramático sobre Maria Schneider centrado principalmente en el rodaje de la dichosa escena y las consecuencias psicológicas que arrastró la muchahcha tras el impacto social de la misma. Así, vemos el descenso a los infiernos de la actriz, que va desde su enganche a las drogas duras o su poca pericia delante de la cámara debido a ello, hasta su incursión en películas de "serie B" puramente alimenticias y, ya mayor, la posterior repulsa hacia Bertolucci.
La principal premisa consiste en mostrar que, por aquel entonces, el cine era una cosa hecha por hombres, destinada a hombres, y en el que la mujer no era más que un adorno o, hablando muy vulgarmente para que ustedes me entiendan, un “depósito de lefa”. Todo contado desde el cine de autor más descarnado y el feminismo actual, y basándose en lo contado por Vanessa Schneider, prima de Maria, en sus memorias “My Cousin Maria Schneider”.
Lo importante en “Being Maria” es dar un mensaje, denunciar una situación, pero no por ello descuida lo meramente cinematográfico y, pese a lo tediosa y lenta que resulta a rasgos generales, hay destellos en las recreaciones de los rodajes en los que participó Maria Schneider. Así, toda la parte centrada en la creación de “El último tango en París” resulta estupenda, máxime por el trabajo de la actriz que da vida a Maria, Anamaria Vartolomei, y Matt Dillon que interpreta a Marlon Brando. Ambos están soberbios, reproduciendo secuencias del film que denuncia, o imitando gestos de los actores a los que interpretan. Vartolomei y Dillon justifican el echar un ojo a una película de ritmo lento y pausado que parece concebida en exclusiva para el público de Cannes.
Sin embargo, el estreno de "Being Maria" en salas de cine en España no ha tenido lugar, yéndose directamente a "Filmin" durante un tiempo limitado. Por algo será.
En definitiva, no es espantosa, se deja ver, e incluso tiene buenos momentos, pero al final se trata más de un panfleto para hacer reflexionar a la peña, que un artefacto lúdico para ver cómo eran los rodajes de Bertolucci.
En nada parece que se va a estrenar otro biopic sobre Brando, esta vez interpretado por Billy Zane y donde el maquillaje ha conseguido que entre el actor de “The Phantom” y el de “La isla del Dr. Moreau” no haya diferencia física alguna: “Waltzin With Brando”. Y, esta vez sí, con fines más afines al espectáculo.
La directora de "Being Maria", Jessica Palud, curiosamente trabajó como asistente de Bertolucci en otra de sus películas de folleteo, “Soñadores”, además de ser una asidua a ese tipo de festivales de “cine hecho por mujeres” (que en lugar de inclusivos, acaban siendo excluyentes).  Ahí es nada.