Hablemos de remakes, tema delicado. Nunca he sido un enemigo jurado de esta práctica, incluso últimamente empiezo a decantarme más por apoyarlos. Estoy cansado de que todos esos llorones que pululan por fandomlandia estén continuamente quejándose de ellos (aunque luego los vean todos) y siempre utilicen una coletilla que empieza a resultarme irritante: "¿Es necesario?". Y yo añado: "¿Pero es necesaria alguna película?", ¡¡NO!!. Quizás porque reconozco, comprendo y respeto el cine como un 99% de negocio, y un todo de entretenimiento, los remakes, como cualquier práctica que venga del séptimo arte y se ponga de moda, no me irritan en exceso. Al fin y al cabo, si no me gustan, no los veo... y siempre tendré la original. Luego están los casos extraños, como los que defienden la versión de los 80, cuando esta era también un remake de otra peli previa y, cojones!, que a lo largo de los años nos han colado muuuuchos remakes disfrazados de films originales. ¿Cuantas copias de "La noche de los muertos vivientes", "La matanza de Texas" o "Viernes 13" te has zampado?, al menos los remakes oficiales son copias reconocidas, ergo, es una estrategia más honesta. Y sí, hay remakes que mejoran a sus precedentes, por supuesto.
Ahora bien, lo que no comprendo es que algunas pelis se supongan revisiones actualizadas de otras, y luego, al verlas, uno descubra que su parecido es casi nulo. Mola cuando un remake aporta una visión moderna y algo diferente, como ocurría con "La Cosa" de Carpenter, "La Mosca" de Cronenberg, "Las colinas tienen ojos" de Aja, "Amanecer de los muertos" de Snyder o incluso "La matanza de Texas" de Nispel... pero, una cosa es eso, y la otra es no guardar ningún paralelismo... y curiosamente esta variación del "remake no-remake" se da mucho, justamente, en un género que, además de gustarme, invita más bien a poca inventiva: el slasher.
Si a un slasher le quitas el origen del asesino o sus motivaciones, verás nula diferencia entre unos y otros. Por eso, que una versión actualizada de un slasher de los 80 solo mantenga intacta la formula del grupo de jovenes acosados y asesinados, pero cambie la esencia de su trama, lo único que consigue es evitar cualquier familiaridad con la versión original y acrecenta su condición de "uno más". ¿Qué sentido tenían -como remakes- las nuevas versiones de "Viernes 13" (que parecía más OTRA secuela de la saga), la horripilante "April Fool´s Day" y esta de la que les hablo hoy, "Hermandad de sangre"?, ninguna se parecía a su film-madre.
En concreto, "Hermandad de sangre" es un remake de "Siete mujeres atrapadas", efectivo slasher dirigido por Mark Rosman (que en la nueva versión es productor ejecutivo) en 1983 sobre un grupo de estudiantes, todo chicas, que gastan una broma cruel a la cuidadora/vigilanta de su residencia, matándola. Resulta que esta esconde a su hijo loco en el desván de la casa y ha presenciado su muerte, por lo que esa noche, coincidiendo con una fiesta, vengará a su madre cazando a las estudiantes. No se puede negar que esta premisa mola... y tiene muchas posibilidades, ¿verdad?.
Pues bien, olvídense de ello. En la nueva versión no hay hijo loco oculto en el desván, y la cuidadora/vigilante (nada menos que Carrie Fisher) tiene un rol totalmente secundario. En realidad, "Hermandad de sangre" es un remake de "Sé lo que hicistéis el último verano", y fin. Cambiad al grupo de chavales por una panda de zorras jamonas (ya sabéis, todo se desarrolla en ese universo paralelo en el que todo el mundo menor de 30 está como un queso, incluso la empollona, que se supone es fea... y que para el poster promocional, ¡le han quitado las gafas!), pero el resto es lo mismo: Muerte accidental, se deshacen del cadáver, pero alguien que lo sabe se viste de negro y las va matando una por una, a ellas y a los desgraciados que las acompañan.
Eso si, una vez asumido esto, no puedo negar que "Hermandad de sangre" de disfruta razonablemente. Es entretenida, hay bastante teta, los crímenes no están mal, alguno es creativo y tiene su pequeña dosis de mala hostia... aunque una vez sabes quien es el asesino, el film pierde interés y se vuelve algo monótono.
En fin, puro fast food.