sábado, 13 de febrero de 2010

ISLA MALDITA

Este es el título Españolo de "Curse of the Komodo", película que hasta ayer noche creía que era la secuela bastarda de "Komodo", aquel oscurillo film de monstruos (o animales desquiciados) que incluso osé ver en un cine, previo pago en taquilla. Pero ya no estoy tan seguro... como tampoco lo estoy de que "Komodo contra Cobra" sea parte de la franquicia (aunque comparta director con esta de la que les hablo hoy). Podría bucear por la red buscando algun dato fiable que me lo confirmara/garantizara pero, joder, seamos prácticos, ¡¡¿a quien coño le importa?!!... ¿a ti sí?, pues colega, háztelo mirar.
El señor que firma esto dice llamarse Jay Andrews, pero es mentira, en realidad se trata de uno de los tantos pesudónimos de Jim Wynorski, actual rey de la serie Z y el cine exploitation, y personaje que despierta en mi una enorme fascinación... aunque a la larga no soporte ninguna de sus películas. "Curse of the Komodo" no es una excepción.
Un grupo de ladrones se escapan de un casino recién robado. Durante el trayecto en helicóptero, una tormenta les obligará a aterrizar en una isla infestada de komodos de tamaño colosal... y tal. El resto, es de imaginar.
Este film podría pasar por un producto más del Syfy Channel, si no fuera por varios aspectos que delatan al Sr.Wynorski y sus viles estratagemas, a saber:
- Las tetas que gastan dos de sus tres actrices, inmensas y siempre apretujadas en transparentes tops.
- Concretamente, una de ellas (la impresionante Glori-Anne Gilbert) se marca un baño en top-less ultra-gratuito y absolutamente ridículo e innecesario con el fin de airear sus absolutamente y ridículamente enormes tetazas. Esta chica es una habitual en los softcores de Jim Wynorski.
- La intervención como actor del simpático Jay Richardson, super-habitual en los repartos de Fred Olen Ray.
- Y especialmente, cuando el mismo Richardson, que interpreta al militar malo de turno, cita como fuente de inspiración para crear Komodos asesinos a "Dinosaur Island", costrosa serie Z creada a medias entre, sí, tu lo has dicho, Jim Wynorski y Fred Olen Ray.
Por lo demás, pues muuuuucho diálogo, CGI de aquel chusco, chusco (vergüenza ajena dan las interminables secuencias de los actores disparando sin cesar al aire, aún a sabiendas de que las balas no afectan al bicho que luego pegarán en post-producción) y las ideas más trilladas y previsibles que puedas concebir (salvo una, que la baba de komodo convierte en zombie... lástima que esté del todo desaprovechada).
Resumiendo: Es un puto rollazo de tomo y lomo.