domingo, 21 de febrero de 2010

LA MALDICIÓN DEL CHARRO

Tengo una teoría segun la cual si soporto una peli aparentemente chunga de un tirón, y a altas horas de la madrugada, sin dormirme es que, después de todo, su nivel de chunguismo no es tanto. Ayer me pasó exactamente eso con "La maldición del Charro".
Unas chavalas se van de fin de semana desmeleando. Entre ellas, además de dos muy zorras, hay una atormentada por el reciente suicidio de su hermana y que, fíjate, arrastra una maldición. El charro, forajido que mató y murió por amor, maldijo a sus antepasados y esa noche ha venido a cebarse con ella... con ella y sus colegas, lo que ya es mala suerte.
Supongo que podríamos tildar a esta peli de slasher, aunque su realizador, el normalmente compositor Rich Ragsdale, se esfuerza en aportar algo más. Incluso me atrevería a decir que intenta dárselas un poco de David Lynch, metiendo en la trama personajes y situaciones inquietantes (especialmente los que pueblan una siniestra taberna), así como alucinaciones visualmente creativas (el flash-back contado en plan cine mudo, o la efectiva pesadilla en el coche), algo muy honorable por su parte, pero que no compensa la rutina del resto de su trama repleta de clichés y un gore standard poco llamativo.
El eterno Danny Trejo le pone voz al Charro y Lemmy de "Motorhead" se marca un cameo como predicador loco.
Pues eso, "La maldición del Charro" es un film completamente prescindible... tanto que se puede ver perfectamente y te quedas tan ancho.