miércoles, 3 de febrero de 2010

NEGRA NAVIDAD

Siempre he tenido "Navidades Negras" en mucha estima. La primera vez que la vi, siendo muy chaval, me decepcionó profundamente, porque esperaba un baño de sangre y clichés. Pero pasados unos años, repetí y esta vez supe apreciar sus numerosos atributos, su atmósfera, sus inquietantes ocurrencias y sobre todo, el hecho de que en muchos sentidos se adelantó a "La noche de Halloween" con respecto a lo que desde entonces serían salidas recurrentes en todo slasher que se jactase de serlo. Su director, el prematuramente fallecido Bob Clark, no me caía demasiado bien, pues sabía por sus mismas declaraciones que no era muy fan del horror, a pesar de haber facturado alguna que otra pequeña joyita. Por eso mismo, en cuanto el éxito llamó a su puerta (con "Porky´s"), corrió a desentenderse del género que le catapultó al mainstream... actitud que mantuvo hasta que comenzó la época de las vacas flacas. Fue entonces cuando se apuntó a la moda del remake, metiéndose en la producción ejecutiva de este "Negra Navidad" y el de "Children shouldn´t play with dead things" que no cuajó cuando un gilipollas borracho le arrancó la vida al atropellarlo. RIP.
Situémonos: Una fraternidad exclusivamente para chicas. Antaño, el hogar de un psicópata que mató a su familia (y se comió a su madre). Es Navidad, y el tipo está obsesionado en volver a casa. Escapa del manicomio y se dedica a acosar y asesinar a las universitarias de turno.
Narrativamente "Negra Navidad" guarda bastantes puntos en común con su predecesora, aunque casi parece una continuación. Eso si, la antigua daba más yuyu.
Lo curioso de este film es que en su realización nos encontramos con dos nombres asociados a la franquicia de "Destino Final". En concreto Glen Morgan y James Wong. Para su versión, los chicos decidieron apostar por una puesta en escena estilizada, barroca y un tanto extraña basada básicamente en el colorido propio que ofrece un escenario como la Navidad. Además, el flashback en el que te cuentan el origen del asesino lo vamos viendo a cachos, lo que da al conjunto un tono caótico y un tanto demencial (la secuencia de pre-créditos es contundente y brillante). Desafortunadamente, todo esto solo dura hasta el minuto 45 de metraje, a partir de ahí "Negra Navidad" se adentra cada vez más en los niveles "standard" de cualquier film del estilo y culmina con un final muy muy mediocre (y más si lo comparamos con la original). Ni todo el gore (bastante generoso y especialmente desagradable cuando el asesino extrae los ojos a sus agonizantes víctimas, aspecto este -la truculencia- totalmente ausente en la versión de 1974) ni puntuales aciertos (lo de que el psycho killer tenga la piel amarilla) arreglan lo que podría haber sido un film mucho mejor de lo que finalmente es. ¡Lástima!.