
RICHOCHET, es un intento por parte de Russel Mulcahy, de convertirse en una especie de Jonathán Demme (el sutil parecido de esta peli con EL SILENCIO DE LOS CORDEROS, puede que incluso sea algo más que una coincidencia). Está claro que no lo consigue, pero al menos por lo que a mí respecta, esta película me gusta más que la que presentase al mundo a Hanibal Lecter. Pero vista actualmente, hay momentos que resulta hasta ridícula, cosa que a la otra no le pasa.
Un joven policía, detiene en el momento oportuno y haciendo alarde de gran inteligencia, a un peligroso psicópata. Una vez en prisión, este se tira años planeando su fuga y dándole al tarro, para hacerle la vida imposible al hombre que lo encerró que a esas alturas es ya fiscal del distrito.
La peli, se deja ver correctamente, y quiero hacer especial hincapié en la banda sonora, exagerada para lo que cuenta, pero efectiva. Digamos que ponen música de terror en todas las escenas en las que el psicópata, John Lithgow, hace acto de presencia, ya sea estando este postrado en la cama, o disparando a bocajarro a sus propios compañeros, por lo que parece que siempre va a ocurrir algo interesante.
Tampoco es que la peli destaque precisamente por su acción trepidante, pero si que podemos disfrutar de un par de momentos gore, sierra mecánica y taladradora incluidas muy de agradecer y en definitiva, disfrutar con un poco de cine típico de la primera mitad de los 90 y comprobar como han pasado los años (para bien) para el prota, Denzel Washington.
Tambien sale Ice T, cuando era un gran rapero y una prometedor nigga con muchos papeles que darnos. Por desgracia, se estancó ahí. Al menos, ya era un gran rapero.