viernes, 3 de julio de 2009

KUNG-FU HIP-HOP

¿Qué demonios es esto? ¿Una película sobre raperos chinos que hacen Kung-Fu? Que ingenuo, como piqué.
Ni hay Hip Hop, ni hay Kung-Fu.
Un tipo, accidentalmente, en las puertas de una discoteca, desarrolla una técnica de baile, que deja a la gente sin habla. Pronto los más destacados bailarines de China, le intentaran fichar para su conjunto. El tipo, rechaza toda invitación a convertirse en un “street dancer” de éxito, alegando que a el no le gusta el baile.
Pronto descubriremos, que no es baile lo que practica, si no movimientos de kung fu al ritmo de la música. También descubriremos que no le gusta el baile, porque de joven, cuando tenía que cuidar de su hermana, se puso a bailar descuidando a esta que como consecuencia se cayó de un bordillo al suelo y se quedó ciega. El tratamiento para curarla es muy caro… pero en los concursos de baile, puede ganar el dinero suficiente para pagar ese tratamiento, así que se presenta a los concursos, gana y operan a su hermana.
Menuda porquería de película.
Ahora, que las referencias al hip hop, nulas en esta película, probablemente sean debidos a la traducción anglosajona, que igual utiliza el nombre del movimiento para atraer a ese público…. El caso es que entre la ristra de títulos diferentes bajo los que se encuentra amparada esta película, hay uno que creo que le pega más y que es KUNG FU POP.
Pero dejando las astucias raperas a un lado, los amantes del Kung Fu, se sentirán también estafados, pues no hay ni un solo combate en la película; solo bailecitos moñas y amariconados, que el protagonista dice que en realidad es Kung Fu, así que los adeptos de Jimmy Wang Yu, también se pueden ir a perder el tiempo de otra manera.
Como película, esta no vale absolutamente nada. Es un rollazo, no se si por genuinamente china o por la negación en la realización, pero a pesar de los colorines de los que hace gala la peli, de las supuestamente espectaculares coreografías de baile, que yo creo que no interesan ni a los amantes de la danza. Una estupidez.
No piquen, porque aunque parece que nos encontramos ante una vibrante producción de Stephen Chow, en realidad, esto es otra cosa, donde el espectáculo visual no tiene cabida.
Dirige un tal Huayang Fu, que no ha vuelto a dirigir nada más desde el año pasado que debutó con esto.
Ni falta que nos hace.