Después de intentarlo con "Terror en la funeraria", me entraron ganas de recuperar el otro vistoso lanzamiento terrorífico de la no menos apabullante "Chock Video", "Noche silenciosa... noche sangrienta", y gracias a mi buen amigo Pajarillo pude agenciarme una copia VHS y consumirla ayer noche. Y me sorprendió... de verdad os lo digo. Imaginaos cuanto que, al ver que el sueño me acuciaba (ya que me la puse muy tarde), preferí darle al "stop" y concluirla al día siguiente con todos mis sentidos puestos.
Como "Terror en la funeraria", "Noche silenciosa... noche sangrienta" (traducción literal del título en v.o.), es otro producto típicamente setentero distribuido por una incipiente "Cannon" que mezcla los terrores clásicos de la década previa con las modernidades que entonces ya comenzaban a ser demandadas por la audiencia (solo que con resultados mucho mejores). Así pues tenemos una historia de terror gótico, con misteriosos asesinatos en familia, noches siniestras y caserones antiguos en la que, de vez en cuando, irrumpe una secuencia más o menos truculenta, destacando un crimen en la cama, a base de hachazos, bastante notable y gratificante. Vamos, yo no me lo esperaba y cumplió su función. Y, si lo miramos detenidamente, también encontraremos en ella lo que, más adelante, serían elementos típicos del género "slasher", destacando los paseos en cámara subjetiva que se marca el asesino de turno (y que hasta ahora yo atribuía a "Navidades Negras", parida cuatro años después).
La movida, que es bastante culebronesca, gira en torno al capitoste de una mansión de renombre que inexplicablemente fallece en llamas. Unos años después, su nieto, heredero de la casa, pretende venderla, pero un loco peligroso se escapa del manicomio con intención de dirigirse al lugar armado con un hacha y matar a los intrusos y a todos aquellos que esconden un oscuro secreto. Será el nieto quien encuentre un diario y se entere de todo, parte esta muy interesante por un par de aspectos. Por un lado, su estética, de cine mudo y colores sepia, que le otorga un rollo fantasmagórico notorio (más si tenemos en cuenta que lo narrado es especialmente inquietante), por otro, que en ella hacen su aparición varios estetas de lo que unos años antes fue el llamado cine "underground", concretamente el de la "Factory" de Andy Warhol, gente como la actriz Candy Darling o el singular Jack Smith (director de la famosa "Flaming Creatures") entre otros. ¿Qué coño pinta gente del "underground" originario en una peli de terror?, porque no se limita a roles secundarios, sin ir más lejos, la co-protagonisma es una jovencita Mary Woronov, auténtica actriz de culto también habitual de los ambientes Warholianos. Tan curioso como misterioso.
No menos interesantes son las apariciones del mítico John Carradine y la intervención off-camera de, ¡oh!, Lloyd Kaufman, el cansino capitoste de "Troma", aquí en novatillas funciones de productor asociado. Del director, Theodore Gershuny, poco sabía yo, pero tras recurrir al socorrido Imdb descubro que es también responsable de un film de culto titulado "Sugar Cookies" (en España "Lesbianismo Asesino", ¡¡JUAS!!), de nuevo con la Woronov de por medio (por lo visto era entonces su pareja), y que hizo de narrador en "The Battle of Love's Return", ¡el largo de debut del mismo Kaufman!.
"Noche silenciosa... noche sangrienta" no está nada mal, y lo dice alguien que se suele aburrir horrores con la mayoría de productos terroríficos de los 70. La historia se sigue con interés, la atmósfera está bien lograda, esconde algunos pequeños momentos de genuina inquietud y, estéticamente, tampoco va del todo coja en cuanto a aciertos.
Un pequeño título menor a reivindicar.