martes, 19 de marzo de 2013

DON CIPOTE DE LA MANGA

Extraña y ochentera película española, que con serios problemas para desarrollar un argumento tontísimo, nos cuenta la historia de un individuo que es atacado por un vampiro. En consecuencia, las noches de luna llena, se convierte en un individuo sediento de sexo. Durante el resto del tiempo, va con su socio a vender motivos religiosos por la manga del mar menor, mientras emprende su particular cruzada contra el sexo y el pecado, lo que dará lugar a supuestas situaciones cómicas.
La película es muy mala. Si aquellos percebes que se creen doctos en temas cinematográficos desprecian lo que viene a ser una comedia común de los años ochenta, deberían ver esto para que se revolvieran en sus propios vómitos, porque lo grande de esta película, es que “Don Cipote de la Manga” es un atentado a todo lo establecido en la realización de cine. Una rareza de las que hay pocas, dos o tres a lo sumo, como pasaba con “El Violador violado” de J.J. Porto.
Y es que, la película es soportable únicamente gracias a ese tono de comedia española que desprende, pero, indudablemente, estamos ante una serie z de la peor calaña, dónde el poco sentido de la trama se pierde al no tener absoluta idea, su director, de cómo hilar unas escenas con otras.
Curiosamente, tras ver varios de sus carteles, la película nos vende el estar adscrita a la cosa esa del “Destape” ¡Menuda engañifa! Se utiliza el sexo como elemento cómico en el guión (el sexo de siempre ha sido el más importante de los elementos cómicos), pero no vemos ni una mísera teta, lo que teniendo en cuenta el concepto de la película, y la época en la que se rodó, la convierte en una cosa más rara todavía.
Lo curioso, también, de esta película, es que el guión fue co-escrito por Antonio Mayans, uno de los cuatro guiones que escribió, junto con el de la película porno “Detectives del placer” del que también es director, o la última película de Jess Franco “Al Pereira Vs. Alligator Ladies". También tiene un papelito secundario sin mayor relevancia.
Curioso también, es que los actores de aquella época eran todos muy buenos, y eran unos currelas, por eso no es de extrañar, que aceptasen hacer cualquier tipo de película. Así, pues, el reparto no es nada desdeñable, teniendo como protagonistas al eterno secundario Carlos Lucas, Paco Cecilio, Gracita Morales, Rafael Hernández y Azucena Hernández.
En cuanto al que da la voz de acción, es Gabriel Hernández cuya filmografía se reduce a tres títulos dirigidos y dos producidos, uno de ellos, precisamente, “El tío del saco y el inspector Lobatón” ignota secuela de la ya de por sí ignota “El Violador violado” de su coetáneo J.J. Porto.
Solo par curiosos.