sábado, 5 de noviembre de 2016

FENDER BENDER

Tenía muchas ganas de ver "Fender Bender" dado que es la nueva película de Mark Pavia, responsable de aquella simpática e imaginativa adaptación de Stephen King que sobresalió en plenos 90 por ser un poco menos aséptica que el terror facturado en el momento, "El aviador nocturno". Y cuando digo "la nueva película" lo digo a conciencia, ya que desde su epopeya vampírica, Pavia no había logrado levantar ningún otro proyecto. Hablamos de un lapsus nada menos que de casi dos décadas.
Por todo ello, y porque "Fender Bender" se vendía como un return desde la honestidad y sin nostalgias baratas al rollo slasher de los 80 (¿por qué me gustarán tanto esas pelis si son todas un jodido rollazo?), la curiosidad me mataba. Además, el fandom de yankilandia estaba que no cagaba con la puta peli, todo el mundo dedicándole reviews la mar de favorables y etc. ¿Hay pa tanto o, como suele pasar en todas las partes del globo, también allí los fans pierden un poco la chaveta por poca cosa?. Veámoslo.
"Fender Bender" narra las correrías de un psycho motorizado que golpea premeditadamente el coche de mujeres jóvenes y guapas para, una vez intercambiado datos y teléfonos por aquello del seguro, presentarse de noche en sus casas y asesinarlas.
Y eso es exactamente lo que le pasará a la chica prota, una latina a la que sus padres han castigado por, entre otras cosas, joder el buga familiar. Previamente recibirá la visita de unos amigos y del ex novio, con lo que el asesino tendrá más para entretenerse.
Bien. Es evidente que Mark Pavia cuenta con muchos menos recursos esta ocasión que en su primera peli. Aunque también que tiene talento y sabe sacar jugo de la escasez. La peli, como de costumbre en casi todos los productos yankis, empieza muy bien, dando forma a una leve atmósfera de intranquilidad, presentando al inquietante asesino de no menos inquietante aspecto (y eso que aún no se ha puesto el disfraz de rigor, una de las convenciones del slasher que el dire se pasa por el forro, tratándolo casi como dos personajes diferentes según lleve o no la máscara) y a su negro coche recorriendo las calles de un pueblo en busca de víctimas.
Tímidamente se aproxima al tono de algo como "La casa del diablo" cuando la moza protagonista se queda solita y no hace gran cosa a la espera de la llegada del psycho killer. Justo en el momento que Pavia consigue elevar el suspense, todo se va un poco al garete con la aparición de sus amigos. Es aquí cuando la peli se torna un slasher en el peor sentido: Diálogos de relleno y chavales acosados y asesinados uno por uno sin demasiada sangre, solo la suficiente para saciar a los enfermos. Suerte que la cosa tampoco se alarga en exceso. Llegado el clímax final, Pavia vuelve a lucirse, destruyendo una vez más los dogmas del cine de acuchillamientos con un "the end" tan pesimista como, nuevamente, inquietoso.
"Fender Bender" no es la mojama, ni mucho menos. Una peliculilla correctita, un pelín menos plana de lo habitual, pero tampoco lo suficiente como para que destaque 
con luz cegadora de entre la mediocridad. Se deja ver, no aburre demasiado y reafirma el hecho de que su director tiene madera para toda esta mierda, lo que no tiene es dinero. Aún así, esperemos que nunca le den demasiado, porque entonces suelen estropearse de forma definitoria sin posibilidad de redención.