miércoles, 28 de noviembre de 2018

FEEDERS 2 : SLAY BELLS

Para cuando llegamos a 1996, los Hermanos Polonia llevaban más de una década pariendo películas caseras en Súper 8 primero y vídeo después, con un único éxito en su haber, "Splatter Farm", confeccionada justo en medio del "boom" ochentoso de horror amateur grabado en cinta magnetoscópica . Así que fue toda una sorpresa que la entonces todopoderosa cadena "Blockbuster", sedienta de producto con marcianos belicosos en la trama (consecuencia del entonces enorme taquillazo que supuso "Independence Day"), se hiciera con los derechos de una de sus peliculitas, "Feeders", parida a pachas con el más que singular Jon McBride, y la lanzara a lo grande, para alucine, desconcierto y cierta envidia por parte del personal. Aunque ello les valió no pocos varapalos, los Polonia ganaron una notable fama que han mantenido hasta hoy, a pesar del fallecimiento de John en 2009. Con semejante hit en sus arcas, era cuestión de poco tiempo que parieran una secuela de "Feeders". Tan solo 2 años después lanzaban "Feeders 2 : Slay Bells". Que nunca hubiese una número tres hace suponer que la cosa esta vez no fue tan satisfactoria.
Nos trasladamos hasta épocas Navideñas. El superviviente de la primera entrega anda medio loco explicando lo ocurrido y, de esta manera, rellenando metraje con unos cuantos minutos a base de reciclaje. Seguidamente conocemos a Alan, casado con una actriz horrible y padre de dos chavales que eventualmente miran a cámara. El tipo se prepara para celebrar la festividad del abeto, las luces de colores y los villancicos, que suenan continuamente a lo largo de la banda sonora. Justo entonces los marcianos malos de "Feeders" regresan a la tierra y esta vez vienen en plan "Gremlins", haciendo trastadas y protagonizado algunas patéticas escenas de comedia slapstick. Primero se dedican a machacar a unos cuantos vecinos y finalmente terminan en casa del prota. Lo que desconocen por completo es que han cometido un error severo durante el trayecto: Disparar contra Papa Noel y causar que se estrellara con su trineo volador. De hecho, será el gordo de la barba blanca quien ponga fin a la invasión con ayuda de una pistola de rayos láser... de juguete. Tal y como lo leen. ¿Un delirio de los Polonia, un intento de comedia o que tras las acusaciones de cutres e incapaces propiciadas por los usuarios de "Blockbuster" decidieron recurrir a un concepto tan "trash" y absurdo de modo auto consciente en un vil intento de justificarse?. ¡A saber! No obstante, reconozco que la idea funciona y consigue que reactivemos el interés tras un puñado de minutos en los que ya comenzábamos a surfear sobre una considerable modorra.
Los Hermanos Polonia puede que fuesen algo cutres. Sí. Ese atrezzo comprado en tiendas de carnaval. Esos actores dolorosamente negados. Etc. Pero también es verdad que sabían montar, encuadrar, colar la música e incluso narrar en imágenes. No eran el típico caso de "videoastas" especializados en horror de línea dura. Su obra original gasta un tufo hogareño la mar de simpático, vital, y que, personalmente, me parece incluso adorable. De hecho, el "cine" Polonio ha perdido parte de su gracia una vez el hermano Mike se ha dedicado a parir como churros productos en plan "Asylum" a base de póster chanante camuflado de "película de verdad". Molaban más antes, cuando lo puramente casero formaba parte de su idiosincrasia. Y a esa categoría pertenece "Feeders 2 : Slay Bells". Lo que significa que, sin ser nada especialmente destacable, se soporta con agrado.