Javier Elorrieta toca todos los palos y géneros y, a mediados de los 90, confecciona una enloquecida comedia en la que descubre para el cine a un galán que habiendo triunfado como presentador en la pequeña pantalla, como actor, se podía decir que le faltaba un hervor al muchacho; Javier Elorrieta tuvo los santos cojones de darle un protagonista a Andoni Ferreño.
En cualquier caso, y siendo la carrera de Elorrieta tan personal como irregular, el hecho de que “Demasiado caliente para ti” la protagonice Ferreño no afecta lo más mínimo al resultado: La película es bastante infame por sí misma y la presencia del presentador no hace más que otorgarle cierto estatus de rareza; quizás que sea la película de Andoni Ferreño es el motivo por el que muchos aficionados al cine de derribo se acerquen hoy a ella.
Elorrieta, aprovechando un tiempo en el que trabajaba en Cuba como publicista realizando un buen montón de anuncios para promocionar los tabacos y alcoholes del país en el extranjero, se casca un guion inspirado en experiencias personales que le servirá para exorcizar sus demonios a ritmo de comedia. Lo que pasa es que le sale un despropósito de enredos que jamás llegan a enredarse lo suficiente, tramas y subtramas que no llegan a ser ni divertidas, y hasta la introducción de elementos fantásticos muy poco acertados —con la presencia de un fantasma interpretado por el grandísimo Agustín González que, tan pronto sabemos de su existencia (la del fantasma), deja de interesarnos—. En definitiva, “Demasiado caliente para ti” es una mala película que, quizás, ostenta el honor de tratarse, de largo, de la peor película de Elorrieta. En cualquier caso, también resulta una película que solo por todo esto que les cuento, ya es digna de verse, porque, indudablemente, para bien o para mal, el sello del director está ahí marcado a fuego en cada fotograma.
Cuenta la historia de un saxofonista que tras descubrir, in situ, cómo su mujer le pone los cuernos, y tras dejarle a esta un ojo morado de una hostia mal dada, entra en depresión y, por ende, los lamentos se apoderan de él convirtiéndose en un individuo muy pesado con este tema, que no dudará en contarle su problema a cualquiera que se le ponga a tiro. Y esto generará más del 70% de gags de la película, algunos de ellos verdaderamente malos. El bonguero cubano del conjunto donde este saxofonista toca en salas de fiestas, al verle así, decide llevarle de furcias y rameras para ver si le quitan las penas, pero no hay manera, por lo que le recomienda que se vaya a Cuba y que se espabile en ese ambiente. El saxofonista se va allí, se adapta a la idiosincrasia caribeña y conoce a una bella cantante de boleros que, efectivamente, le quitará las penas, pero en consecuencia, se convertirá en un tipo celoso que le hará a esta mujer la vida imposible, generándose así el 30% de los gags restantes. Naturalmente, la cosa terminará bien.
Desde luego, una cosa bizarra, extraña si quieren, que pese a su escasa calidad en ningún momento deja de sorprendernos gracias al catálogo de majaderías rodadas, un poco de aquella manera, por Elorrieta. A Elorrieta, de hecho, le parece una película muy divertida. Puede que lo sea, pero no por los motivos por los que él la considera.
El reparto es sugerente por su disparidad y, acompañando a Andoni Ferreño tenemos al humorista Kimbo, a José Luis López- Vázquez, Agustín González, un horripilante, horripilante (y mercenario) Nancho Novo que da grima verlo, la noventera Ángeles Martín, el cuentachistes Tony Antonio y, también proveniente del mundo del humorismo, Manolo Cal.
La película congregó en salas, en el año 1996 a casi 98.000 espectadores. Una cifra nimia pero que, a día de hoy, tal y como está la cosa, sería sinónimo de éxito.
“Demasiado caliente para ti” pasó por cines en aquellos tiempos de distribución difusa (y fraudulenta) y después quedó relegada al olvido siendo emitida, por suerte, a horas intempestivas de vez en cuando, en distintos canales de televisión.
Por otro lado, quiero hacer mención especial al horroroso póster del film en el que, incomprensiblemente, aparece José Luis López-Vázquez dos veces. Más que material promocional, parece todo lo contrario.