Fíjate tu, en la reseña de la primera parte de "In search of darkness" me preguntaba ande andaban Tom Savini o Linnea Quigley, a los que les gusta más una cámara que a un tonto una piruleta. Pues ahora ya lo sabemos: esperando salir en la segunda parte. Y aquí están. Casi parece que mi queja fuese tomada en consideración, porque pal caso no se limitan a hablar de las pelis en las que metieron mano, disponen también de su propio rincón, donde rememoran las respectivas trayectorias casi al completo. Justamente, esa vendría a ser la genuina novedad de este "In search of darkness part 2" con respecto a la precedente, que además de los ya conocidos repasos a toda velocidad de sendos títulos emblemáticos de los años ochenta (y que, en esta ocasión, se expanden no solo a cosas más oscuras y costrosas como "The Boogens", "Hollywood Chainsaw Hookers" de nuestro amigo Fred Olen Ray o un par de títulos de la pizpireta Jackie Kong, también a otras extremadamente populares y cuya presencia en un documental sobre cine de terror podría ser discutida, como la maravillosa "La tienda de los horrores") incluyen cápsulas en las que se detienen a charlar extensamente -todo lo que permite el espacio que le reservan- de temas como el terror italiano, los vídeo-juegos de temática horrorífica, proyectos no-natos o movidas más genéricas, así como los arriba mentados recorridos por las filmografías de otros invitados de lujo del calibre de Robert Englund o Nancy Allen. Se siguen echando de menos habituales como Bruce Campbell o John Landis, e insisto en ello a ver si, así, salen en la tercera.
Entre los momentos álgidos, tenemos a Joe Dante hablando otra vez de los exploitations de sus títulos de éxito, en el caso anterior eran las secuelas de "Aullidos", aquí se centra en "Gremlins" y lo que la siguió. A Joe Bob Briggs esputando una gran verdad sobre aquellos films que, estirando el elemento humorístico, pretenden ganarse de forma deshonesta un lugar de honor en el podio de las cult-movies (un zasca a la Troma??). O al técnico de efectos especiales Steve Johnson que, al haber participado en una gran parte de los títulos diseccionados, puede añadir mucha información. Y, de paso, nos aclara el misterio de cómo Linnea Quigley y él se hicieran pareja tras tener que sacarle un molde de las tetas para "La noche de los demonios" (coñas aparte, lo cierto es que conocía esa historia y verla, por fin, contada por sus protagonistas me hizo mucha gracia).
En el lado de lo criticable, está algo que ya veíamos en la primera, esos ridículos "speechs" en los que se habla del cine de terror como si fuese la cura para el cáncer, pretendiendo de este modo darle una pátina de respetabilidad o, peor, positividad de cara al mainstream (y el media que suele detestarlo y acusarlo de violento) que no necesita para nada. ¡Cómo odio esas cosas!. Me encanta la devoción del yanki medio, pero en estos aspectos suele perder el pedal y tomárselo demasiado en serio, aplicando un exceso de emotividad a algo que, ciertamente, no le pertoca (es ya cansino el rollo de que las "final girls" de los slashers inspiran para superar momentos duros de la vida de uno... ¡no me jodas!).
Con todo, y teniendo en cuenta la extensa duración, "In search of darkness part 2" sigue siendo igual de disfrutable que la otra. Imposible no emocionarse si creciste consumiendo todos estos títulos impepinables y, sí, es cierto: Ya no se hacen así, ni se harán nunca, ni -lo más importante- nadie ha sido + es capaz de mimetizarlas de modo correcto, así que basta ya de intentarlo, por favor (o de ocultar sus incapacidades tras la cantinela para engañar a los fanes).