viernes, 12 de marzo de 2021

LIGONES

Gracias a las nuevas plataformas digitales podemos descubrir películas como esta, “Ligones”, que comparte espacio en las parrillas con lo más granado del cine mainstream actual. Pero “Ligones” es una de esas películas que gracias al HD se estilan mucho hoy en día, a medio camino entre lo amateur y lo semi profesional. Un tipo de películas perpetradas siempre por directores “quiero y no puedo” que, jugando a hacer cine, intentan hacer pasar un producto de aficionado por películas “de verdad”. Esto no es exclusivo de este tipo de directores aficionados con ínfulas, también se han estancado en este tipo de productos individuos que venían de darse una vuelta por el cine de verdad, pero, se acomodan aquí con la esperanza de salir del gueto y volver al cine industrial, ajenos ellos a que, al margen de todos los tejemanejes de las productoras, hacer cine es también un asunto de talento. Y ellos lo no tienen. En consecuencia,  contratan un único pase de estreno en la sala de cine de su pueblo, la inscriben en todas las categorías posibles en los premios Goya —categorías a las que cualquiera puede inscribir su película— y, así, la prensa local se hace eco de una película que solo es película para quienes la han realizado. Para el resto de los mortales, o pasa inadvertida o sirve de mofa en sus reuniones amiguetiles precisamente por su condición de película “de mentira”. Cuando al realizador le llegan ecos de que en internet su película ha sido reseñada con malas críticas, pone el grito en el cielo incapaz de darse cuenta de que, no es la falta de presupuesto, sino la de talento la que propicia que el público se ría de su “película” —y si no aceptas la mofa, no la hagas pública; que se quede en el tu disco duro tu puta película—. La misma cantinela de siempre. Deberían pensarlo antes de exponerse y luego lloriquear.
Al margen de esto y de que, gracias a las plataformas, hoy el gran público puede visionar estas películas y subir la media nacional de nuestro cine, esta cinta en particular llama la atención por sus circunstancias extracinematográficas.
La película es un intento patrio de sex comedy (sin un solo desnudo, eso sí)  en el que cinco individuos vírgenes, torpes e incluso (a juzgar por la bandera de España que, con naturalidad, luce uno de los protagonistas en la camiseta, las intenciones de ser Guardia Civil por parte de otro, o la pinta de miembro del Opus Dei que se gasta el tercero de ellos) se intuye que ultra derechistas, deciden seguir los consejos para ligar por parte de un peluquero que, en el micro-universo de la película, conoce todos los secretos de la seducción y se liga a la que le da la gana. De esta guisa, los muchachos partirán de Madrid rumbo a un camping en Mérida y pondrán en práctica todos los consejos de este peluquero, ejecutándolos como el culo por un lado, y acabando todo bien por el otro.
Para resumir diré que me costó horrores completar los 100 minutos de duración de “Ligones” y que la mayoría de los gags eran tan malos, previsibles, bochornosos, que me cuesta comprender cómo el director no se da cuenta del material tan lamentable que tiene entre manos, y  hace preguntarme por qué tras verlo decide estrenarlo, exhibirlo y ponerlo en circulación vía plataforma digital. Luego vendrán los llantos cuando lleguen los informes de los clicks que ha tenido la película en el último trimestre.
Como fuere, de nuevo, en el micro-universo de la película, el mundo está loco, loco, loco:
Hay una escena muy tonta e inofensiva en la que, tras beber demasiado, una chica se queda dormida. Uno de los protagonistas, en un plano inocente que no pretende más que mostrar la torpeza y pocas dotes sociales de las que hace gala, hace un acercamiento sexual a la mujer dormida que no llega a culminar y que se salda con una ventosidad expelida por la chica, y que dará lugar a un gag donde los olores y el asco hacen acto de presencia.
La escena es, como su protagonista mismo, torpe y de mal gusto, de eso estoy seguro. Incluso inadecuada. Ahora, si se está justificando una violación mediante el humor, ahí ya tengo serias dudas. Eso es lo que alegaba una de las aspirantes a actriz de las que aparece en la película, Teresa Lozano, cuando  anunció en sus redes sociales que renunciaba a promover o lucrarse —¡Já! Cómo si esta mierda fuera a dar algo más que pérdidas…— con esta película porque, según ella, “Ligones”, “intenta legitimar conductas violentas con la mujer, entre ellas la violación, legitimándolas mediante el humor”. Las sensibilidades están a flor de piel, no cabe duda. Como fuera, lo que me resulta curioso es que una película de tres al cuarto como esta sea víctima de la corrección política y la nueva censura. Incluso, en el circulo de la actriz se llegó a comparar esta escena con lo sucedió en Pamplona en San Fermines con lo de “La Manada”. Acusaciones muy serias. No da a lugar dicha comparación de ninguna manera.
Por su parte, el autor de “Ligones”, José Texeira, emprendió acciones legales contra la actriz por esas acusaciones, advirtiendo que, por un lado, Teresa Lozano conocía desde el principio un guion en el que "se explica la evolución de un grupo de jóvenes lleno de miedos, errores e inseguridades a la hora de interrelacionarse, tal y como se resume al final por medio de una reflexión. Pero no aparece ninguna violación, ni se promueve la violencia contra las mujeres" y, por otro, añade que la película pasó la calificación previa del ministerio de cultura que le otorgó una de “no recomendada para menores de 18 años”.
Desconozco como habrá terminado el asunto, si el caso  ha llegado a mayores o no, pero no dejan de ser curiosos todos estos rollos para una película que, estrenada a pases únicos en unas pocas salas, apenas ha recaudado 900 euros en taquilla.  
Ahora, la película debería ser denunciada, pero, no por machista o violenta que no creo que lo sea, amén de que considero que en el humor no debe haber límites y que limitarlo es consecuencia de un ligero retraso mental, debería ser denunciada por rematadamente mala. Y sus actores encarcelados por incapaces. Más allá de eso, todo lo relacionado con “Ligones” es irrelevante (y en caso de serlo, es ficción).