sábado, 10 de diciembre de 2022

SESIÓN DOBLE: LA HABITACIÓN + LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS

LA HABITACIÓN
: Y yo que no le hice ni puto caso a esta película cuando se estrenó. Sería por el soso título que, además, confunde con otras tantas "Rooms" como hay, destacando ya saben cual de ya saben quien. Y es una pena, porque vista ayer, tele mediante, me llevé una grata sorpresa.
Una pareja enamorada se instala en una vieja casa en la que, años atrás, hubo un misterioso crimen. Suena trillado sí, pero esperen. Haciendo limpieza, localizan una habitación oculta en la que se cumplen deseos. Pidas lo que pidas, te lo da. Aunque cuesta un poco creer lo rápido que los protagonistas lo aceptan, no pierden el tiempo. Venga dinero, venga lujos y excesos. Lo lógico. Sin embargo, tenerlo todo puede llegar a ser aburrido. Y una de las carencias más notables de la mujer hace acto de presencia: un hijo. Según los médicos no puede tenerlos así que, ¿qué hace? Pues recurrir al habitáculo mágico... ¿o maldito?. ¿Es pues una película de niño chungo? Tampoco exactamente. "La habitación" viene cargadita de giros muy ingeniosos. Una trama bastante original, muy bien hilvanada y que acumula sorpresa tras sorpresa, buena idea tras buena idea, hasta el desenlace. Cada vez que crees que ya sabes por donde irá, o comienzas a aburrirte, zasca!, todo da un vuelco notorio. Me flipa eso de poder pedir a la habitación que te construya un bosque enterito, sin salir de la misma. Imaginen las posibilidades. Ya puestos, que sea una ciudad con sus habitantes o, ¿por qué no?, un universo nuevo. Fascinante.
Protagoniza el sarao la monina Olga Kurylenko. Dirige Christian Volckman.
Está un rato chula, sí.

LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS: Pues no tenía previsto comentar esta en el blog pero, mira, me ha sobrado espacio, así que voy a por ello. Era un día extremadamente gris en el que andaba yo de una bajona terrible. En eso que, haciendo zapping desganadamente, me cruzo con "La fiesta de las salchichas". De entrada, mi impulso es cambiar de canal. Resulta que, desde que se estrenó, llevo evitándola. La incursión de Seth Rogen en su confección y el hecho de ser una de esas películas de humor cafre y políticamente (casi)incorrecto pasado por el tamiz del mainstream y, además, en dibujos animados estilo Pixar, me da pereza. No porque no me gusten estos, ni mucho menos, sino porque me irritan los productos desesperados por ofender.
Sin embargo, lo que veo me parece curioso. No cambio de canal. También es cierto que, hoy por hoy, tolero un poco más a Rogen, así que decido darle una oportunidad. La pongo desde el principio y... joder, pues para cuando acabó mi carácter agrio había desaparecido por completo. El cuerpo se me llenó de positividad gracias a lo bastante que me reí, y lo bien que lo pasé. Sí amigos, "La fiesta de las salchichas" me arregló el día. ¿Cómo iba a decir algo malo de ella? Seguramente consumirla sin sentir simpatía por sus artífices, ni esperar nada, contribuyó (justo lo opuesto que, creo yo, le pasó a mi compañero Víctor según la reseña publicada en su día)
Encima, la trama es original. Los antropomorfos productos de un supermercado viven convencidos que, cuando los dioses -los humanos- se los llevan a casa, es para darles una vida mejor. La salchicha protagonista descubrirá la cruda realidad y decidirá organizar una revolución.
Muchos tacos, pero mogollón, una nada velada crítica a toda suerte de religiones, un poco al consumismo, gore raro y sexo a raudales en la parte final. Además, en un momento dado suena la maravillosa "True" de "Spandau Ballet". ¿Se puede pedir más? Muy entretenida.