lunes, 6 de marzo de 2023

AMITYVILLE COP

Yo supongo que, por lo que sea, la mera existencia de esto, aún a sabiendas de que me voy a encontrar con una puta mierda me provoca cierta curiosidad, habrá a lo largo y ancho del mundo personas que, al igual que a mí, en un momento dado les apetezca verlo aunque sea para comprobar en carnes propias qué demonios es. Porque por lo demás clama al cielo la poca vergüenza de sus artífices. Y es que en pleno 2022, cuando el espectador de cine ya está curado de todo espanto y, al contrario que en los años 70 u 80 es bastante difícil de engañar, lo que se vende con “Amityville Cop” es precisamente esa poca vergüenza que más arriba venía denunciando.
Entonces tenemos un nuevo exploit de Amityville que, para más inri, expolia el argumento —y hasta alguna escena— de “Maniac Cop”. Para acabar de hacerla atractiva, el otro reclamo que posee es que se rodó en medio de la pandemia de Covid-19.
Yo dudo bastante que, salvo los gacetilleros de poca monta como servidor, el público estándar de las plataformas de streaming —lugar para el que la película ha sido concebida— tenga el más mínimo interés en ver un impostado exploit de “Amityville” y “Maniac Cop”, entre otras cosas porque esas franquicias ya no son populares entre el espectador medio, así que van destinadas a un público muy concreto: El fan del cine de terror que consume muchas veces confundiendo velocidad con tocino. Pero no me refiero al fan respetable, aquél con cierto criterio y gusto por las buenas películas de terror, sino a aquél granudo, camisetero, heavymetalero y virgen que consume compulsivamente y que al ver la mezcla de ambas franquicias añejas suelta un “¡Wooow!” que quita el sentido. De esos debe haber unos cuantos que hagan rentable este tipo de productos, porque sino, no me lo explico. Un producto que peca, además, de autoparódico desde el primer momento, porque la cabecera de la productora de esto, que luce orgullosamente la etiqueta de “independiente”, no es más que un plagio de la de Fox Searchline elaborada de forma consciente con el fin de que el espectador piense: “Mira, han plagiado la cabecera de Fox Searchline”. No me creo que la cabecera esté hecha así para despistar.
La película se la pueden imaginar.
Un buen día comienzan a aparecer cadáveres de vagabundos. Por ese motivo, los miembros del cuerpo inician una investigación cuando se dan cuenta que los asesinatos han sido perpetrados por un policía de aspecto demoníaco que pulula por la zona. Pronto sabremos que este ha sido víctima de una especie de acto de posesión por parte de una sacerdotisa milenaria. Después de un par más de asesinatos, le dan caza y… fin.
El 85% de la película son conversaciones sin sentido, el siguiente 10% apariciones del policía endemoniado —y negro, por cierto, como la mayoría del reparto— y el 5% restante asesinatos fuera de cámara en los que, con suerte, veremos salpicaduras de sangre contra la pared. Y por supuesto ni está ambientada en Amityville, ni el argumento guarda relación alguna con la casa de los De Feo, pero supongo que comenzando el título por A, servirá a la película para aparecer de las primeras en las búsquedas en las plataformas de rigor.
La ley del mínimo esfuerzo  para una película semi amateur cuyo resultado no importa en absoluto porque, como ya he dicho, lo que se vende es la poca vergüenza.
Por aquello del guiño al fan —y supongo que para limpiar su conciencia— te meten en una escena a Laurene Landon que aparecía en “Maniac Cop” y “Maniac Cop 2” y a tomar por culo.
Lo curioso del caso es quien se encuentra tras el engendro. Gregory Tanaka se autoproclama fan del cine de culto asiático y su negocio es la distribución de películas raras, misteriosas y desperadas en los Estados Unidos. Culpa suya es la reedición de algunas de las películas de Ed Wood, así como se encargó de distribuir en USA clásicos del cine de oriental como pueda ser “La guillotina voladora” o algunos de los primeros títulos de John Woo… no se que necesidad tenía de hacer “Amityville Cop”.
Como director solo ha hecho mierdas del estilo de esta, siendo probablemente la más popular la secuela tardía —de 2015— y posmoderna de una cosa que ya era posmoderna el año de su producción, 1991, muy popular entre los fans del cine malo titulada “Samurai Cop”.
En fin, una cosa de estas más. Lo inquietante es que, echando un ojo a las distintas plataformas cutres de streaming o a poco que investiguemos, nos daremos cuenta de que este tipo de morrallas se cuentan por cientos… Hombre, eso no es malo del todo, pero, sin duda, bueno tampoco.