Miren lo que les digo, me gusta Willem Dafoe. Chorreante talento y carisma a un lado, admiro su versatilidad... así como esa cara tan peculiar que gasta (Willem "Defeo" solía llamarle a finales de los ochenta). Y no me refiero únicamente a la galería de personajes que es capaz de encarnar, incluyo el criterio a la hora de enfrentarse a un nuevo proyecto. El tío no tiene manías. Lo mismo te hace una super producción ultra comercial, que la cosa más rara y minoritaria del planeta, importándole un pimiento si es en funciones protagónicas o casi de extra.
Cuando "Instinto Básico" lo petó, ahí estaba Willem encarnando al imposible amante de Madonna en la vilipendiada "El cuerpo del delito". Con el Tarantinismo en su apogeo, un mindundi llamado Troy Duffy decidió replicarlo pariendo una cosa titulada "Los Elegidos", típica macarrada artificiosa lista para impresionar a pazguatos algo miopes. Aún así, Willem se subió al carro sin pensárselo (la consecuente historia de Duffy, a base de ascenso fulgurante y caída estrepitosa, dio para un documental titulado "Overnight") Finalmente está el ejemplo que hoy vengo a reseñar, "Anamorph", un genuino producto surgido a la alargada sombra del estupendo "Seven" de David Fincher (también conocida entre modeLnos como "Se7en") que, no porque sí, supuso toda una piedra angular a la hora de revitalizar el thriller (con una muy leve ayudita previa de "El silencio de los corderos") Cuando digo lo de sombra alargada debería extenderlo a alargadísssssima, porque para cuando Dafoe firmó el contrato había pasado más de una maldita década desde las sombrías desventuras de "Somerset" y "Mills". Así pues, ahí tenemos al colega como un inspector policial de solitaria existencia y ojo más que dotado para analizar escenarios criminalistas. Lleva cinco años atormentado por la investigación, caza y captura de un asesino en serie especialmente despiadado y cruel llamado "Tío Eddie". Algo turbio lo envuelve, aunque entrar en detalles sería espoilear la peli al completo. Arrancan una nueva serie de asesinatos que Dafoe se ve obligado a resolver. El problema es que guardan muchas similitudes con los de "Tío Eddie", lo que le dificultará bastante el asunto, sobre todo a niveles psicólogos. El serial killer es todo un artista. Se curra escenarios tan creativos como truculentos, construyendo puzzles humanos, usando cuerpos como cuencos para untar el pincel y otras zarandajas que contribuyen al lucimiento de los chicos de efectos especiales.
La deuda con "Se7en" como decía es notable (y, supongo, también con "los corderos". La presencia de Paul Lazar -habitual de Jonathan Demme-, quien en aquella era un entomólogo y en esta el forense, incrementa tal sensación). Esos escenarios lúgubres y sórdidos por los que transitan, linterna en mano, una pareja de polis (el joven entusiasta y el más mayor, descreído). La misma mecánica de los asesinatos, retorcidos y espectaculares. La escueta diferencia es que "Anamorph" se aposenta mucho más sobre aquello del homicidio como forma de arte. Y las citas culturetas (igualmente presentes en el clásico de Fincher) son generosas e igualmente elevadas. Caso del mismo título, anamorfosis, una técnica muy curiosa que, si desconocen, les animo a googlear. Sí, amigos, pueden aprender viendo la película de Henry Miller, director y co-guionista. Poco o nada más haría el resto de su carrera. Raro.
Otro de los elementos diferenciadores se concentra en el desenlace, aquí es tan eficaz como medianamente desconcertante. Pero bien, el pitote completo funciona, te mantiene en vilo, impacta cuando debe y entretiene.
Acompañan a Willem Dafoe (poli mayor y descreído), Scott Speedman (poli joven y entusiasta), James Rebhorn, Peter Stormare, Clea DuVall, una vista y no vista Paz de la Huerta (y la incluyo porque lo dice la "secre", yo ni me di cuenta)... aunque para vista y no vista, Deborah Harry marcándose un, supongo, cameo coleguero. La guinda la pone Don Harvey, especializado en roles de malote o tipo desagradable, como el que encarnó en "Creepshow 2" o, sobre todo, "Corazones de hierro". Dato que, desde el punto de vista del "castingueo", podría considerarse spoiler... ¡ups!.