sábado, 12 de julio de 2025

DESTINO FINAL : LAZOS DE SANGRE

Diríase que el éxito indiscutible de la franquicia "Terrifier", y en especial su reciente tercera dosis, ha revitalizado el asunto de los efectos prácticos. Los gerifaltes de las compañías tochas han descubierto asombrados que la chavalada se ha puesto farruca con los excesos de látex y pintura roja propias de las aventuras del payaso "Art", unos que no solo son ya el "leitmotiv" de todo ello, sino que, a posteriori, su creador, padre y ejecutor, Damien Leone, mostraba en redes sociales cómo habían sido llevados acabo. Así las cosas, y considerando las maneras de Hollywood, esos mismos ejecutivos encorbatados decidieron replicarlo con sus productos horroríficos de pronto estreno. Tenemos el ejemplo de la ultra-mediocre hasta el dolor "Until Dawn". En las promos su director, el otrora prometedor David F. Sandberg, cuya puesta al servicio de las grandes corporaciones de su ojete ha terminado por enterrarlo en la más obtusa medianía, reivindicaba el uso de los trucos de antaño. "Aquellos que crecí viendo" decía, y los incorporaba alegremente a su peliculita, además de mostrar el "making of" de los mismos en un desesperado intento por atraer las atenciones y favores del fandom, ese gran idiota. Si podemos considerar "Until Dawn" un producto netamente "mainstream", la cosa se torna todavía más llamativa cuando esas mismas estrategias fueron seguidamente adoptadas por otro aún mayor en su pertenencia a la "corriente reinante", en su intención "crematística", la nueva entrega de "Destino Final".
Lo habré comentado mil veces antes, sea acá, sea en papel fotocopiado, pero siempre he sido un defensor tanto de esta franquicia como de la otra que iba sumando entregas a la par, "Saw". En su momento de auge, cuando no recibían más que palos por parte de prensa y -otra vez tu- fandom, acusándolas de repetitivas y poco imaginativas, me alzaba como su gran defensor, alegando que ambas eran a esos tiempos lo que "Viernes 13" y "Pesadilla en Elm Street" a los suyos, allá cuando, justo, también eran objeto de críticas duras y reproches, especialmente en lo referente a la acumulación de secuelas. Igualmente, anuncié sin ninguna clase de duda que, con los años, "Destino Final" y "Saw" no solo ganarían peso a nivel subcultural, sino que generarían continuaciones tardías, "reboots" y demás zarandajas. Bien, es exactamente lo que ha ocurrido. Así pues, pónganme la medalla y no se les ocurra intentar arrebatármela.
La cuestión es que esta "Destino Final: lazos de sangre" vendría a ser la sexta entrega, rodada trece años después de la que, en su día, se anunció como la última (y dieciséis de la única que fue tratada en este ciber-antro). ¿Y saben qué? pues que la jodía ha sido un éxito de taquilla, acumulando más billetes verdes que ninguna. Así pues, den por sentado que vendrán más (lo mismo que "Saw", de la que "Blumhouse" se ha agenciado los derechos con intención de seguir explotándola). ¿¿Y nos alegramos por ello?? Pues sí, porque resulta que "Destino Final: lazos de sangre" está un rato bien.
Pero antes de entrar en materia, déjenme finiquitar lo que comentaba al arranque de los efectos prácticos usados cual anzuelo. También los artífices de este "Destino Final 6" publicaban vídeos en redes sociales demostrándonos lo "cool" que eran al decantarse por ellos. Por supuesto, y como ocurre exactamente en el caso de "Until Dawn", luego, en pantalla, esos mismos truquitos de goma siguen cantando considerablemente a CGI. No creo que nos hayan estafado, no, pero seguramente tampoco pudieron evitar darles posteriormente un baño de infografía para perfeccionarlos, arrebatándoles toda su fisicidad, adquiriendo esa molesta pátina de artificio desaborío propio de la técnica en cuestión. ¿Perjudica ello pues a la película? No. Al fin y al cabo todas estas mandangas son solo materia que "preocupa" al aficionado, al fan, al pajero, pero al público mayoritario le importan un pimiento. Este únicamente demanda un producto entretenido y ameno, listo para escapar de la burda y apestosa realidad, práctica que últimamente veo como se considera reprochable, pero a mi me parece maravillosa y aplaudo. En ese sentido "Destino Final: lazos de sangre" no falla.
Como ocurre con todas las franquicias del horror, la historia de base es la misma de siempre. Y, no se engañen, así debe ser. Es lo que queremos ver. Lo que nos gusta. Luego, si los guionistas son lo suficientemente hábiles para añadirle unas goticas de algo un pelo distinto, pues mira, mejor, pero sin alejarse demasiado de la formula. Así pues, la novedad acá es que todo el asunto de las víctimas de un accidente terrible que se salvan gracias a una premonición y, aluego, son perseguidas por la señora muerte, se reduce a un círculo familiar, a padres, hijos, tíos y primos. Con el añadido extra de que, el origen de todo, ocurrió cincuenta años atrás. Las personas a despachar eran tantas que la de la guadaña ha tardado varias décadas en alcanzar a los protagonistas, porque su plan ha consistido desde el principio en cargarse hasta el último de los linajes de aquellos que no fenecieron cuando debían. Voltereta narrativa bastante ingeniosa y bien resuelta. Además, a ese salto temporal se vincula el personaje de Tony Todd, quien, como sabrán, ha ido ejerciendo de ¿cómo definirlo? experto en escapar de las garras de la codiciosa muerte, siempre aconsejando a las futuras víctimas que recurrían a él en busca de ayuda. También sabrán que Todd murió al poco de terminar la película, así que su despedida en la ficción se torna especialmente emotiva.
Pero, vamoh a vé, julai, déjate de mierdas, ¿¿molan o no molan las escenas donde palman los protagonistas?? Sí, molan. Y muchísimo. Es más, me atrevería a decir que son las más retorcidamente creativas, originales y espectacularmente sanguinolentas de todos los "Destinos Finales". El gore es "mainstream" en su mayoría, sí, pero les hará babear por su exageración y brutalidad. Voy a contenerme las ganas de describir aquellas que más me impactaron, por tentador que sea, y diré que no pude evitar soltar una satisfactoria risotada como consecuencia / válvula de escape ante la barbaridad de algunas. También por el placer de ver cómo son espachurrados, reventados o partidos en dos personajes sumamente desagradables y que lo merecen.
Así, a base de sangre a borbotones, gran guiñol, una narrativa perfectamente equilibrada entre le repetición y cierta novedad, y un ritmo acelerado y constante, resulta que la peli termina cumpliendo su cometido, entretener, divertir, ayudar a desconectar del mundanal ruido y, en fin, que la recomiendo.
Obviamente, por su condición de producto puro y duro, me saltaré la parte de la reseña en la que cito nombres y currículums. La verdad, importan un carajo. Pero, por cumplir, mencionaré a uno de los productores, y responsable de la "story" de base, Jon Watts, director en su día de las apreciables "Clown" y "Coche Policial", finalmente reciclado a paridor de "hits" taquilleros con las aventuras de "Spider-man" auspiciadas por "Marvel Studios".