miércoles, 5 de noviembre de 2008

UN VAMPIRO PARA DOS

Andaba yo detrás de esta película desde que supe que existía hará ahora un par de años. Y es que el cine Español, de los 80 hacia atrás, me gusta mucho, máxime cuando tenemos a Pedro Lazaga dirigiendo, a Fernán Gómez haciendo de vampiro y a López Vázquez y Gracita Morales en los roles protagonistas. Nada es más agradecido de ver a las tres de la mañana que una vieja película Española.
Pero este "Vampiro para dos" no os creáis que me ha funcionado mucho.
Un matrimonio, pluriempleado él, en turno de noche ella, decide emigrar a Alemania con el fin de poderse ver más a menudo, puesto que con sus actuales empleos tienen que comunicarse mediante carta en su propia casa. Una vez en Alemania, encuentran trabajo de criados en la mansión de un tipo que resulta ser un vampiro.
Una peli muy simple para lucimiento de la pareja protagonista, tan de moda en los 60. Pero veréis, argumentalmente me parece una estupidez, de las mas flojas de Lazaga y de la pareja protagonista, pero está dirigida, iluminada y ambientada con maestría. Y pocas veces me dejo seducir por elementos técnicos en una película, pero esta vez, no se porque, es lo único que me ha llamado un poquillo la atención. Los títulos de crédito comienzan con una panorámica de la puerta del sol, dando paso a un plano secuencia cámara al hombro por el metro de Madrid que me ha molado mucho. Curiosamente, planos comunes se van entrelazando con planos inverosímiles, lo que no es muy normal para una peli de estas características. Y eso está muy bien, lástima que el resto sea una chuminada muy tonta.
No obstante, hay una escena en la que el vampiro baja a la calle con el fin de hincarle el diente a una jovencita y, al no conseguirlo, acude a la farmacia a que le vendan plasma sanguíneo, que es clavado, clavado a lo que sucedía en un episodio de la serie anime "Don Dracula", de la que soy fan. Supongo que son cosas de la casualidad, pero si no fuera por lo improbable que resulta, se podría decir que los japos plagiaron la película.
Los actores están todos maravillosos, como de costumbre. Lo chungo es lo siguiente: Si teníamos personal tan cojonudo en los años 50, 60, 70 y 80... ¿cómo es posible que nuestros actores actuales sean todos peor que malos? ¿Una maldición quizás?
Por otro lado, la primera parte está rodada en exteriores de Madrid muy reconocibles, y pocas cosas me gustan mas que ver mi ciudad tal y como era en las películas antiguas.
O sea, digamos que, como he dicho al principio, la peli no me ha funcionado mucho... aunque he pasado un buen ratillo viéndola. Contradictorio pero real.