sábado, 29 de noviembre de 2008

VENGANZA

Le comentaba el otro día a mi hermano lo mucho que me había decepcionado "Quantum of solace", la nueva aventura de mi querido -y cambiado- James Bond. Dejando a un lado que, arrebatándole toda su parafernalia fantasiosa le han desprovisto de su inimitable estilo, me chocó que, salvo dos persecuciones al arranque (la segunda es brillante) y un final razonablemente espectacular, el resto del material movido y adrenalinítico me hizo bostezar. ¿Cómo es posible que una persecución entre dos aviones situada en medio de unas montañas no me hiciera saltar de la butaca?. Dichas impresiones ahora aún son más pronunciadas cuando ayer noche me zampé un film más barato, y con muchas menos pretensiones, y me funcionó a la perfección... sin necesidad de secuencias de acción despampanantes.
El título Español y el cartel -esa macarrería Seagaliana- casi echan más para atrás que otra cosa. Y a su prota, Liam Neeson, difícilmente te lo crees en un rol de este tipo. Pero la magia de Luc Besson (que es mucho mejor productor que director... como Brian Yuzna) ha hecho que un producto de entrada tan previsible e insaboro, termine por resultar de lo más disfrutable.
Lo que cuenta es lo de siempre, y en muchos aspectos recuerda a aquel pestiñazo justiciero de cuyo título no quiero acordarme con Denzel Washington y Tony Scott tras la cámara. Un agente de la CIA jubilado antes de tiempo, vive obsesionado con recuperar el amor de su hija adolescente, ahora con un nuevo papá. Aquello que la niña se marcha de viaje a las Europas y, una vez allí, es secuestrada para obligarla a ejercer de puta. Como era de esperar, el padre se pondrá manos al asunto con el fin de encontrarla, dejando a su paso un generoso reguero de cadáveres.
La acción es cañera, pero no excesiva. La violencia impacta, pero tampoco necesitarás un chubasquero. Y Liam Neeson lo borda. Precisamente, al no ser un actor habitual en esta clase de cine, convence el doble, pues sabe encarnar a la perfección tanto la parte humana del tio, como la del héroe. No hay artes marciales, las peleas son coreografiadas, pero a lo burro, y nos regalan una secuencia de tortura que, sin ser insoportable de ver, comparte crudeza y ocurrencia.
Pero lo mejor de todo es que el pack termina resultando ultra-entretenido. Yo lo pasé bomba viendo este film, y por ello os lo recomiendo encarecidamente.