
Un chaval de esos que te venden como humildes, es aficionado a jugar a la máquina de matar marcianitos "Starfighter". Un día bate el récord y resulta que el invento era de procedencia interplanetaria, creado para localizar auténticos guerreros espaciales. Así pues, un extraterrestre simpático viene a la tierra y se lleva al chaval para que combata contra los megalomaníacos de turno. La primera -y agradecidamente lógica- reacción de él es salir por patas pero, obviamente (sino, no habría peli), cambia de opinión y decide lucharrrr.
Aún recuerdo que en el momento de su lanzamiento, se anunciaba en plan "esto es la rehostia en vinagre" que los efectos especiales de naves voladoras, planetas y lásers habían sido paridos mediante tecnología informática. Resulta curioso tal dato si tenemos en cuenta lo extendido que está a día de hoy el asunto. Naturalmente en ese sentido el material resultante es crudo y básico, en pleno siglo XXI esa baja calidad no la encontramos ni tan siquiera en productos televisivos, para ello hay que adentrarse en cinematografías de origen exótico. Ahora que lo pienso, es muy probable que eso mismo -el tema informático- fuese lo que me echara para atrás en su momento, ¡yo quería -y estaba acostumbrado a las- maquetas!. Sin duda se trataba de un auténtico acto premonitorio. Actualmente me he tenido que acostumbrar a esa clase de trucajes... ¡que remedio!, pero en el fondo, del fondo, del fondo del todo, siguen sin caerme simpáticos.
Efectos especiales a un lado, "El último Starfighter" no deja de ser otro remedo más típico entonces de los productos Spielberg/Lucas, dirigido en este caso por el Sr.Nick Castle, amigo de John Carpenter (hizo de actor para algunas de sus primeras pelis, destacando su caracterización de "Michael Myers" en el "Halloween" original) y director de otras cosas como "Más allá de la realidad". El guión corre a cargo de Jonathan R. Betuel, director de "Mi proyecto científico", otro residuo ochentero de la escuela Spielberg.
Anque en el reparto hay algun rostro reconocible, me quedo justamente con el único irreconocible por el maquillaje, el del actor Dan O'Herlihy, también conocido como "el viejo" en la saga "Robocop" o como el malo de la reivindicable "Halloween 3".
¿Y la peli, que tal?... hombre, un entretenimiento absoluto y total sin más. Cine "fast food" de cuando este aún no saturaba tanto la cartelera. Eso sí, el final es asquerosamente ñoño... aunque muy del momento.