viernes, 24 de septiembre de 2010

E.S.O. (ENTIDAD SOBRENATURAL OCULTA)

No me gusta mucho descolgarme con esto de las reseñas. Manías, obsesiones… llámenlo como quieran. Y por ello le dedico un poquito de mi atención a esta película, por actualizar.
Porque una peli puede motivarnos a escribir su reseña por mala, porque nos indigna, por su naturaleza risible… por mil razones. Pero cuando es tan rematadamente infame que no encuentras ni motivos para ponerla a parir… eso no es buena señal. Y con E.S.O., me pasa eso (¡redundancias al poder!) Es tan jodidamente horrible y considerando que, en general, la opinión es unánime al respecto ¿Qué más podría decir yo? A eso añadan su nacionalidad española, lo que provoca indudable antipatía desde buen principio.
Unos niñatos repelentes deciden hacer un trabajo sobre los túneles que hay en su cole, y en los cuales, parece ser, se aparecen fantasmas de aquellos que murieron allí, manifestándose en forma de señor con la cara pintada de blanco y unas pocas ojeras… o que se yo, porque la verdad es que no conozco película que haya desviado mi atención hacia mis cosas con más fuerza que esta. Y es 
también gran causadora de "repugnancia".  La peli está rodada en catalán, aunque como muchos de los actores no saben hablarlo, pues actúan en castellano. Bien, es realista, en Cataluña conviven gentes que se entienden en ambos idiomas. Pero claro, hay una versión doblada al castellano (la que yo he visto) en la que dejan el sonido directo de los que lo hablan, y ahí voy yo: a parte del puto ascazo que da la actriz protagonista, una especie de china exótica, y el ascazo que dan Rosana Pastor y sus arrugas, por encima de ellas, y del cabrón del pelirrojo (que ya se sabe que los pelirrojos traen mala suerte) hay una a la que los protagonistas denominan “La pija” y que es la que habla castellano en el sonido directo, a parte de fea y lucir un eterno rictus que parece que actuar le provoca arcadas, cuando habla, directamente nos insta a echar la pota. Si yo fuera el padre de estas chicas, sin dudarlo, denunciaría a la productora porque ese papel atenta contra el buen gusto y hasta contra los derechos humanos.
No tengo nada más que decir. Bueno sí, que no da ni miedo.
Dirige un tal Santiago Lapeira, que me pregunto qué chanchullo se traería el ministerio de cultura para que este gilipollas se ponga a dirigir una peli de “teen horror” cuando está claro que desconoce el género e, incluso, a juzgar por el resultado de esta patraña, yo diría que incluso lo odia.
Yo le odio a él.