miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA PUERTA 2

Pues ala, ¡anunciada estaba!. Secuela tirando a tardía (se filmó en 1989, pero no se estrenó hasta 1992 por problemas de distribución) e intento por parte de su director, Tibor Takacs, de recuperar la pequeña estrella perdida. ¿Resultado?, terrible. No me sorprende que fuese un batacazo. Aquí directamente llegó en vídeo, y si ya entonces me pareció un rollete, ayer noche, más viejo y desencantado, la encontré agónicamente insufrible.
Desaparecido de escena el personaje de Stephen Dorff (imagino que para entonces el muchacho tendría aspiraciones más altas), Takacs recurre a su amigo heavy metal para seguir la historia. Ahora, ya un adolescente en toda regla, vive obsesionado con la demonología (¡que no satanismo!, ojo al parche) y lo experimentado en la otra peli. Con el fin de ayudar a su alcoholizado padre, organiza un rito para pedir favores varios. Al cotarro se une la mini-panda de macarras del barrio. De entrada la cosa sale bien, el prota captura a un demonio y comienza a exigir. Obviamente, y según avance la pesada trama, los deseos se irán volviendo contra el/ellos. De por medio hay una chavala y bla, y bla bla, y bla.
Una de dos, o el realizador contaba en esta ocasión con un presupuesto más escueto, o es que supo sacarle menos lustre que en "La Puerta 1". Sea como fuere, con este film Takacs se ganó por derecho propio su actual puesto de director de subproductos directos pa la tele por cable, porque "La Puerta 2" hace gala de la misma estética plana, sosa, fría y sin brillo que sus actuales films de serpientes gigantes en CGI o terremotos chusqueros. "La Puerta 1" era sencilla, pero tenía vida, color y pasión. La segunda es todo lo opuesto, es triste, es lenta y, mucho peor, criminalmente aburrida. No nos interesa absolutamente NADA de lo que ocurre en ella. Y encima, uno de los mayores aciertos del film precedente, los demonios enanitos que se contaban a decenas en aquella, aquí se reducen a uno solo.
Que sí, que hay menos pasta... pero no creo que eso sea una excusa, con semejante trama y elementos, bien podría haber parido una peli un poco más divertida, cojones.