
Lo mejor de todo el documental son esas imagenes de archivo, veremos a The Doors grabar en estudio mientras Morrison casi no se tiene en pie, o los conciertos grabados desde el backstage con un Morrison tirado en el suelo del escenario completamente drogado, o incluso aquella ocasión en Amsterdam cuando el bueno de Jim se comió un trozo de hachís y se quedo dormido todo el concierto tirado en mitad del escenario. Vamos que veremos a Morrison puesto de todo lo posible y mas. Pero aunque fuera un drogadicto reformado luego a alcohólico, Jim Morrison tiene un algo especial que atraía a la gente. En el documental alguien define a Morrison como un Chamán que abre las puertas a otros mundos y sus seguidores entran en trance con el (el nombre del grupo viene de una poesía que habla de eso, de abrir puertas de conocimiento) y es cierto, Morrison tiene mas de Chamán que de cantante o estrella, aunque era lo uno y lo otro.
Dirige el documental Tom DiCillo, dire de fotografía de Jim Jarmusch y responsable de "Johnny Suede", "Vivir Rodando" y alguna otra no especialmente memorable.