miércoles, 28 de mayo de 2008

LOS INQUILINOS DEL INFIERNO

"Los inquilinos del infierno" es una película Argentina sobre casas encantadas, patrocinada por el festival "Rojo Sangre". Bien, pues los argentinos, siguen en sus trece a la hora de hacer cine. Son cansinos y empalagosos, hasta para las frivolidades, así que no me gustó. Demasiado coñazo.
Una tiparraca con silicona por todo su cuerpo, compra un piso bastante viejo. Los vecinos la advierten de que se vaya de allí. Una médium le da su numero de teléfono. Y más tarde que temprano, comienzan las apariciones.
Una mierda aburrida que no hay por donde cogerla, con un ritmo eternamente lento y en la que no ocurre nada, solo diálogos. Eso sí, me la tragué entera. ¿Qué por qué?, porque es una película tremendamente casera, y esa es mi debilidad.
No tiene nada que ver con "Plaga Zombie" y todas esas mamarrachadas a las que nos tienen acostumbrados los pamperos, esta es mucho más pobre. Me apuesto un cojón a que en su producción no a habido ni una peseta de presupuesto.
De primeras, parece (solo parece) que se haya rodado con una cámara de vídeo normalita, como las que podamos usar usted o yo. Se escucha como el culo, ya que todos los diálogos han sido registrados con el micro de la videocámara. Los encuadres se mueven terriblemente, sin importar un bledo, gracias a la cámara en mano y al uso innecesario (y maravilloso) del zoom. Vaya, que se nota el amateurismo por todos lados.
Quizás en la iluminación se lo hayan currado un poquito mas, el maquillaje que usan para los aparecidos es escueto pero resultón, y hay un par de efectos de montaje logrados aunque cantosos.
Lo bueno de esta peli es que es 100% casera, artesanal... lo penoso, que es demasiado pretenciosa y, sobretodo, una de las cosas mas aburridas que me he echado a la puta cara en mucho tiempo.
En definitiva, y tras una pequeña reflexión, concluyo diciendo que el conjunto es una mierda como un piano. No voy a endiosar una peli por el simple echo de ser amateur y pobretona.
Además, hicieron falta dos argentinos para grabar esto. Sus nombres son Juan Cruz Varela y Damián Leivovich.