
Y es que el "Saturday Night Life" ha sido de toda la vida una cantera de actores cómicos insuperable. Obviamente, la etapa ochentera dio lo más mejor del humor yanki, pero esta ultima generación no se queda corta. Es más, es que todos los actuales han salido de allí: Adam Sandler, Ben Stiller, Vince Vaughn, Jack Black, Will Ferrell... todos los grandes. Y quizás Rob Schneider sea el más pequeñito de ellos, sin embargo sus películas son las que más me gustan. Son tan absurdas, ñoñas, ridículas e ingeniosas... Y precisamente, la ultima,"Big Stan", con la que debuta en la dirección, quizás sea la más redonda de todas las que ha hecho.
Un tipo que se dedica a la especulación inmobiliaria es condenado a cinco años de prisión. Deprimido, una noche sale a tomar una copa y allí conoce a un ex presidiario al que paga para que le cuente como es eso de ir a la cárcel. El tipo se sincera y le dice que, sin duda alguna, nada más entrar en chirona será violado repetidas veces, por tipos de diferentes etnias. Esto aterroriza a nuestro protagonista y comienza a obsesionarse con ello.
Como le quedan varios meses para ingresar, planea hacer todo lo posible para que la inevitable sodomización no se lleve a cabo, así que toma clases de karate, que obviamente, no le sirven para nada. Tras recibir una paliza de su maestro, aparece un extraño ser (David Carradine) que le entrenará para convertirle en indestructible, un experto en Kung fu al que nadie tose una vez entre rejas. Y no solo eso, en un alarde de babosismo Hollywoodiense, reforma a todos los presos, convenciéndoles de que no violen a otros presos, a no ser que estos así lo deseen...
La película es cojonuda.
A ver, las dosis de ñoñería son inevitables, recordemos que es una película de Rob Schneider... pero una contiene un montón de géneros, los suficientes para que yo me haya quedado entusiasmado. Es una comedia con mucha escatología verbal. Muchísima, no paran de hablar de pollas, enculadas... todo el tiempo, y esas cosas a mí me matan de risa. Por otro lado, tiene artes marciales ¡muy tomadas en serio! Con coreografías de kung fu más que dignas y bien ejecutadas por un Rob Schneider que no ha necesitado especialista alguno que le doble en las escenas de acción (recordemos que Schneider es de origen filipino, y más que probable que domine algún arte marcial. Y si no lo domina, para la peli ha aprendido notablemente). Y luego todo el rollo carcelario, del que soy fan. A mi estas películas me molan un huevo.
Luego, está David Carradine por ahí, bordando el papel.
Tras "Kill Bill", todo el mundo creía que el estatus de Carradine subiría desmesuradamente, pero aquí estamos ya ante su decadencia absoluta. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que al igual que Christophe Lambert recientemente ha hecho el ridículo en un anuncio de coches, parodiando el único personaje suyo mítico (el de "Los Inmortales"), en esta película, Carradine hace chufla de su personaje mas mítico... ¿hace falta que les diga cual? Pues como, una de dos, o ustedes son muy tontos, o yo soy retrasado mental y no me explico, les diré cual es: El de "Kung Fu". Si, mazo de años después de haber hecho esa serie y sus continuaciones, Carradine todavía vive a rebufo del pequeño saltamontes, y en esta peli, aunque nunca se nos confirma, sabemos que es él... eso sí, Carradine es lo mejor de la misma y protagoniza las escenas más memorables.
Por otro lado, hay montones de guiños a otras películas, de las cuales está claro que ha mamado Schneider para hacer esta... "Kill Bill", "Yo os declaro marido y marido", "El mono borracho en el ojo del tigre", "Un novato en prisión"...a todas las homenajea, aderezado con la banda sonora innecesaria (¡¡¡¿¿ por qué suenan a todas horas??!!) cortesía de los "Gipsy Kings".
Y lo mejor es que se trata de una película cuyo hilo conductor es el evitar que a un tipo se la metan por el culo ¿Cuántas se atreven a ser tan osadas?
En definitiva, que si os gusta la comedia americana, os la recomiendo. Y de verdad, ya que esta es una gran película y lo mejor que ha hecho Rob Schneider.