miércoles, 5 de agosto de 2009

28 DÍAS/SEMANAS DESPUÉS

Estos días, y aprovechando la creciente modorra, me ha dado por repasar este par de películas, en parte las culpables (sobre todo la primera, compinchada con el juego "Resident Evil") de que actualmente estemos realmente invadidos por zombies.
"28 días después" la fui a ver al cine en su momento. Me atraía la idea de que estuviese rodada en vídeo y, bueno, era aquella una época en la que mi aversión por las salas de estreno aún no había alcanzado los niveles actuales (en realidad dicha aversión va dirigida al público, pero esa es otra historia). Total, que me pareció visualmente interesante, pero tirando más bien a aburridilla. Hoy sigo pensando exactamente lo mismo. En realidad, mi opinión no se aleja mucho, o nada, de la general: la primera mitad de la peli está muy potable... la segunda mitad (la de los militares) es un pestiño previsible y confuso que se cepilla el conjunto.
Sin embargo, con la segunda parte las cosas fueron/son muy distintas. Dado que la primera no me había flipado, pasé de pagar por verla en pantalla grande. Ya visionada en formato dvd, me pareció muy digna... pero en aquella ocasión no puse todos mis sentidos en marcha, aspecto este del que me percaté ayer noche, cuando vi "28 semanas después" de nuevo y flipé, sacando la conclusión de que, no sólo es uno de esos escasos ejemplos de "secuela que supera a su precedente", sino que además opino que se trata de una película muy muy buena... me da miedo decir cojonuda, pero os aseguro que ganas no me faltan.
Visualmente conserva todo lo que iba en la primera, pero incrementado/mejorado: montaje dinámico, cámara nerviosa, juegos con luces, velocidades de imagen y look proto-realista. En "28 días después" notabas que los ingredientes necesarios para dar miedo o pavor estaban ahí, pero no funcionaban. Con "28 semanas después" sí lo hacen. Los infectados son realmente aterradores, y secuencias como la de los supervivientes confinados en una habitación sin luz de pronto invadida por "zombies" o la del metro son muy potentes a la hora de acelerar el corazón. La peli gasta un ritmo cojonudo gracias a que el director, Juan Carlos Fresnadillo, logra hacer tan interesantes los momentos en los que vemos "zombies" en acción (el principio está de puta madre) como los que los personajes se limitan a hablar y moverse. Encima, el niño no molesta y la historia está muy bien explicada y es, hasta cierto punto, original dado los tiempos que corren. El modo en que la infección se reactiva, es decir, la trama de cómo todo lleva hasta ese momento, está muy bien resuelta. Luego, el personaje del francotirador consigue cautivarte, así como su sacrificio por el bien de la humanidad. Como añadido extra nada desdeñable, el nivel de gore es mucho más generoso que el de la peli precedente, y secuencias como las del helicóptero troceando infectados son de antología.
Y todo ello con un estupendo Robert Carlyle (gran actor) al que no le importa interpretar a un cobarde que, a mitad de metraje, se convierte en "zombie" y, por ende, en malo de la función (hay quien critica que su personaje actúe con cierto raciocinio obsesionado en cepillarse a su hijo... ¿que quieren que les diga?, a mi me parece un elemento que da color a la historia, ya saben que yo al cine voy a dejarme engañar y disfruto con ello).
Lo dicho, "28 semanas después" es una muy muy buena película que, de aquí a unos años, será reivindicada como una de las mejores en su género dentro de una década más bien escasa en ese -y otros muchos- aspecto.