Lo primero que recuerdo de esta peli es la aterradora carátula de su edición en vhs. Siendo chaval, y descubierta en las páginas de un añejo "Fotogramas", la verdad es que me daba mucho yuyu. Pasado bastante tiempo, volví a encontrármela en los sótanos de un video-club maravillosamente provisto de montones de viejas cintas. No me lo pensé dos veces y me la llevé para casa.
"El poder de Satanás", o "The Evil" en su simple pero efectivo título original, es una producción muy setentera perfectamente inscrita en el subgenero de las casas encantadas. El entrañable Richard Crenna interpreta a un tipo extremadamente racional incapaz de aceptar la existencia de un fantasma aunque este le patee el culo. Él y su mujer se encariñan de una lóbrega mansión, y ese finde se llevan a unos cuantos amigos para que les ayuden a limpiar el lugar. Evidentemente, las fuerzas del mal harán acto de presencia armándola y cargándose a todos.
Hecha hoy, seguramente esta peli sería un rollete. Pero su look setentero ayuda a incrementar el encanto de una trama bastante trillada. Hay muchas muertes (aunque poca sangre, a pesar de que un tipo utilice una sierra eléctrica para -intentar- cercenarse la mano) y algún leve momento inquietante, que hubiese funcionado mejor en manos más talentosas (cuando un grupo de personas, poseídas, practican una -muy light, eso si- sesión de necrofilia con uno de los cadáveres o el jardín convertido en arenas movedizas). El final, con la presencia del mismísimo Satanás vestido de blanco luciendo cuernos, es un pelín ridículo... incluso me consta que en una versión posterior quitaron esa parte. Pero vista ahora, es de lo más regocijante.
Total, que la cosa dura 80 minutos y, oiga, se deja ver perfectamente.