Película videoclubera conocida también con el titulo de THE GIFT, que sin embargo, se estrenó en salas en kazakhstan (si, el país de BORAT) y que con un despliegue de medios decente y un reparto inmejorable ( Vingh Rhames, Eduard Burns y Martín Sheen), resulta ser un entretenimiento de lo más refrescante para una calurosa noche veraniega.
Un experto en informática, que está trabajando en Bangkok, recibe por correo un lujoso teléfono móvil. No viene con remitente. Nada mas conectarlo, este recibe un mensaje que le dice que tome un avión hasta Praga. Curioso, el informativo comienza a hacer lo que el móvil le dice. Una vez allí, recibe otro mensaje diciéndole que se dirija a una dirección; el tipo acude allí y resulta ser un casino. El móvil le dice que haga una serie de apuestas, el tipo las hace y acaba ganando millones en los juegos de azar. Lógicamente, pronto es interceptado por un grupo de elite de la policía, quien le usa para saber quien le envía esos mensajes. Se trata de un programa de ordenador súper inteligente llamado Echelon.
Nunca hubiera decidido ver esta película, si no fuera por uno de sus interpretes ¿Se imaginan quien? ¡ Claro! ¡!Ving Rhames!! Que en esta ocasión interpreta a un duro policía de elite ( y además poli bueno) dejando un poco a un lado su rol de presidiario y demostrando eficacia y un carisma a prueba de balas. Por cierto, que el nombre real del tío Ving es Irving Rameses Rhames... casi mola más que el nombre artístico.
A lo que voy, es que Rhames ha sido el percutor, pero sin su presencia, esta película es igualmente disfrutable. Un policiaco de acción, lo suficientemente interesante y a la vez tontorrón, como para que por una hora y media, desconectemos totalmente de nuestras cosas.
Por otro lado, la trayectoria de Eduard Burns, me gusta bastante; de ser el nuevo galán del cine indie, a ser el nuevo director abanderado del cine indie, finalmente se ha quedado en súper estrella de videoclub, lo cual, me parece mucho mejor que todo lo anterior.
Y Martín Sheen... eterno malo con igual suerte que su hijos. ¡Caray! Que de peña interesante tiene esta peli!
Conclusión: buena trama, buenos actores, acción, tensión.... Muy maja.
El director de esta joyita es Greg Marks, y en su escuetísima filmografía cuenta con la infumable 11:14 DESTINO FATAL.
Un experto en informática, que está trabajando en Bangkok, recibe por correo un lujoso teléfono móvil. No viene con remitente. Nada mas conectarlo, este recibe un mensaje que le dice que tome un avión hasta Praga. Curioso, el informativo comienza a hacer lo que el móvil le dice. Una vez allí, recibe otro mensaje diciéndole que se dirija a una dirección; el tipo acude allí y resulta ser un casino. El móvil le dice que haga una serie de apuestas, el tipo las hace y acaba ganando millones en los juegos de azar. Lógicamente, pronto es interceptado por un grupo de elite de la policía, quien le usa para saber quien le envía esos mensajes. Se trata de un programa de ordenador súper inteligente llamado Echelon.
Nunca hubiera decidido ver esta película, si no fuera por uno de sus interpretes ¿Se imaginan quien? ¡ Claro! ¡!Ving Rhames!! Que en esta ocasión interpreta a un duro policía de elite ( y además poli bueno) dejando un poco a un lado su rol de presidiario y demostrando eficacia y un carisma a prueba de balas. Por cierto, que el nombre real del tío Ving es Irving Rameses Rhames... casi mola más que el nombre artístico.
A lo que voy, es que Rhames ha sido el percutor, pero sin su presencia, esta película es igualmente disfrutable. Un policiaco de acción, lo suficientemente interesante y a la vez tontorrón, como para que por una hora y media, desconectemos totalmente de nuestras cosas.
Por otro lado, la trayectoria de Eduard Burns, me gusta bastante; de ser el nuevo galán del cine indie, a ser el nuevo director abanderado del cine indie, finalmente se ha quedado en súper estrella de videoclub, lo cual, me parece mucho mejor que todo lo anterior.
Y Martín Sheen... eterno malo con igual suerte que su hijos. ¡Caray! Que de peña interesante tiene esta peli!
Conclusión: buena trama, buenos actores, acción, tensión.... Muy maja.
El director de esta joyita es Greg Marks, y en su escuetísima filmografía cuenta con la infumable 11:14 DESTINO FATAL.