martes, 3 de noviembre de 2009

1941

El fracaso más sonado de Spielberg y una de sus pocas comedias, se prodiga hoy día como una obra maestra del despropósito; la película es espectacular, cuenta con una media de un gag por minuto, John Belushi está inmenso... pero es un revoltijo incomprensible, con un montaje tan confuso que no conseguimos enterarnos bien de lo que está pasando. Pero es una película muy curiosa y por ello yo he desembolsado los 10 euros que cuesta la nueva edición en DVD.
Cuando la vi siendo infante, no me enteraba de nada, pero la veía una y otra vez, con la esperanza de comprender algo y convertirla en una de mis favoritas... pero salvo lo atrayente del conjunto, no le encontré nada.
Pasan como 20 años de la ultima vez que la vi, y ahora con madurez (es un decir) y una plenitud completa de mis capacidades comprensivas (otro decir) decido sentarme delante de la tele, relajado y bien centrado, con la idea de disfrutar como un loco de aquella película que tanto quería que me gustara de pequeño. Y el resultado es que sigo queriendo que me guste, pero no lo consigue ni por el forro.
En la biografía de John Belushi, se cuenta que Spielberg, mientras rodaba esta película se quejaba de que el no sabía hacer comedia, que no entendía como se podía haber metido en tal embolado. Y efectivamente, el rey Midas de Hollywood, no entiende ni un pijo de comedia, y así le salió esta peli. Pero si no digo algo a favor de 1941, me pego un tiro. Y es que tiene dos cosas muy buenas, que hacen que esta película (que no me gusta) forme parte de mi dvdteca: Como he dicho antes, cada escena, cada plano, cada dialogo, cada frase, tiene un efecto cómico. Es un Huracán de Gags, posiblemente sea la película que mas gags contiene de cuantas se han rodado. Pero claro, el tema es que los gags en cuestión, intentando ser “inteligentemente” graciosos, no hacen puta la gracia. Y eso viniendo de un Spielberg, engrandece la película. Y la otra cosa buena (obviaremos cuestiones técnicas, puesto que estas son impecables) es que hay tantos personajes hablando a la vez, tantas subtramas entrelazadas, tanto caos, que aunque este fuera en un principio intencionado, a juzgar por el caos del maravilloso cartel, dudo mucho que Spielberg quisiera algo tan de locos para su películas. Y estas dos cosas, convierten a 1841 en una película única, aunque diste mucho de ser mínimamente entretenida.
Por otro lado, tenemos ahí a un montón de estrellas reunidas, cada uno en su rol, pero más perdidos que su puta madre, empezando por la estrella de la película Jonh Belushi, que claramente se ve que se le ha dejado actuar a su puta bola ( y como corroboraremos en los extras, así fue), que aunque divertido, te deja con una sensación de “...no se, no se...”. Treat Williams, Ned Beatty, Christopher Lee, Toshiro Mifune, Dan Ayrkroid y John Candy, pululan por ahí entre muchos otros y en el caso del ultimo especialmente, preguntándose (y preguntándonos) que coño hace en esta película.
Única... pero en su visionado, recomiendo hacerlo en partes, seleccionando los mejores/peores momentos.