lunes, 16 de noviembre de 2009

UN SAN VALENTIN DE MUERTE

Todos sabemos de sobras que el terror de los 90 apesta profundamente, al menos en términos generales. Y más concretamente el slasher resurgido a raíz de "Scream". LLegados al 2009, uno se puede plantear si, tal vez, el paso de los años habrá dotado de algo de magia o encanto a todas esas mierduscas... ¿la respuesta?, en mi caso es NO, y uno de bieeen grande.
Impulsado precisamente por la curiosidad decidí volver a ver "Un San Valentin de muerte". No es un film estrictamente de los 90 (es del 2001), pero negar su condición de genuina consecuencia de todo aquello sería de palurdos. No recordaba casi nada de ella (algo muy lógico dada la categoría del producto), y lo que de entrada fue un viaje más o menos afectuoso, acabó convertido en un auténtico coñazo padre que me impulsó a darle al avance rápido.
"Un San Valentin de muerte" es tan vacía y tan poco gore como muchos de los slashers primigenios... y sin embargo, me resulta mucho más insoportable. ¿Tan fan soy del material original... o es que aquellas tenían "algo" que en la escuela de los 90, y post-90, no se estilaba?... no sabría decir, pero sí es verdad que la escasa cantidad de crímenes y la muy escasa cantidad de sangre se hacen francamente insoportables en un slasher posterior a "Scream". Tal vez la culpa la tengan sus actores ultra-guapos, su look limpio y ordenado, sus escenarios burgueses, su espíritu de culebrón televisivo... no se, hay algo muerto en esta peli, y en muchas de las de su estilo. La falta de garra es total y absoluta.
La historia es la de siempre... unas chicas todas ellas tremendas comienzan a ser acosadas y asesinadas por una presencia misteriosa (de look bastante guapo, eso si). Sospechan que tal vez se trate de un chavalillo al que humillaron cruelmente en su infancia. Todo culminará en una fiesta de San Valentin.
Claro, en un film como este es muy difícil no encariñarse del asesino, un pobre chaval de buen corazón pero no muy agraciado que fue blanco de bromas mal intencionadas por parte de un grupo de niñatas ricas y estúpidas. Y es que es más fácil detestar a las buenas que a los malos, por muy apetitosas que estén las primeras (destacan Denise Richards y una novatilla Katherine Heigl, perfectamente acoplada a su look de víctima anónima -ya saben, escote generoso y ropa ceñida-).
Dirige el cotarro Jamie Blanks, niño mimado del slasher noventero (y post-noventero) y padre de uno de sus títulos -incomprensiblemente- más populares, "Leyenda Urbana", una auténtica ponzoña con pedigree.
Decían en un libro que la versión estrenada de "Un San Valentin de muerte" era menos gore de lo que su director planeó en el momento, y que la versión "uncut" sería la bomba. No se cual he visto yo... pero vamos, de esos asesinatos poco más líquido rojo se puede extraer, por cómo están planificados y rodados... ¡a mi no me la das con queso, julai!.