miércoles, 25 de noviembre de 2009

CAMINO DEL SUR

CAMINO DEL SUR, es el típico producto surgido por el caprichito que tenían algunos actores de los setetenta de inflar su ego y controlar un producto poniéndose delante y detrás de las cámaras y en este caso, a Jack Nicholson le apetecía un montón hacer esto.
Yo nunca vi esta película, no me pregunten por qué, pero el anoche la dieron en un canal local y me senté a verla de principio a fin.
Cuentan los libros (que suelo leer) que si en el rodaje de CAMINO DEL SUR, predominó algo, fue la cocaína.
Jack Nicholson, está colocado prácticamente en la totalidad del metraje, así como un secundario de lujo, del que al final no quedan más que un par de frases en la película ( su papel fue recortado al máximo) que es John Belushi, y ver en pantalla un Belushi vestido de Mexicano y no verle en su salsa es un absoluto crimen.
También se cuenta, que las neuras, peleas y locuras entre Belushi y Nicholson, fueron apoteósicas, y tras ver la película, llego a la conclusión de que es mucho más interesante todo lo que rodea a la película, que el resultado final de esta:
Un ladron de caballos, es juzgado y condenado a la horca. Una nueva ley dice que solo se puede salvar si algunas de las mujeres presentes en la ejecución se quiere casar con el. Una mujer decide salvarle, con la idea de que le ayude a excavar en unas minas en las que cree que hay oro, así que entre unas cosas y otras, acaban enamorándose.
Una comedieta del Oeste, floja, floja, floja.
Jack Nicholson, tiende a sobreactuar siempre, pero es que aquí, ayudado por las ingentes dosis de cocaina que se metía para el cuerpo, directamente parece que se está tomando su papel a coña, y que está haciendo el gilipollas. No la salva ni Christopher Lloyd, que suele darle más calidad de lo normal a cada película en la que aparece.
En el papel de la chica Mary Steenburgen, que como curiosidad, tan solo decir, que años más tarde coincidiría con Lloyd en otra comedia del Oeste, en este caso gran comedia del oeste, como es REGRESO AL FUTURO III.