jueves, 18 de marzo de 2010

PARCHíS ENTRA EN ACCIÓN

"Parchís entra en acción" pone fin a la saga y a la colaboración de "Parchís" con Javier Aguirre. Y quizás el fracaso de esta se deba a dos factores: A) Los chavalitos ya estaban creciditos, y B) la película es un tostón de padre y muy señor mío.
Esta vez se deja el rollo lacrimógeno y estudiantil, imperando hasta el momento, para meter a los "Parchís" y al gordo Rodrigo Valdecantos en una intriga tonta que, lejos de provocar nuestra hilaridad como pasaba con la formula anterior, nos provoca esa sensación de “¡¡Que se acabe ya!!” propia de sus pelis argentinas.
Resulta que el futbolista Cardona ficha por un equipo español y los "Parchís" se desviven por conseguir un autógrafo suyo, con tan mala suerte que se presentan en el estadio de fútbol el mismo día que unos mafiosos le secuestran, con lo que la policía piensa que han sido ellos y el líder de la banda es, como no, "el flaco". "Parchís" tendrá que rescatar al futbolista y deshacer todo este entuerto.
Se quita de en medio a "Don Matías" de un plumazo, que solo aparece en una escena, cuando hasta ahora había sido el “leitmotiv” de la saga, pero se mantienen los personajes de "Don Atilio" y el "Cipri", que esta vez, pensando que el secuestrador es "el flaco", se encargarán de hacerle la vida imposible.
Mala de solemnidad. No continuó la saga y pronto moriría la formación "Parchís" tal y como la conocemos para, poco a poco, irnos colando otros componentes como Chus y Michel (posteriormente convertidos en "Platón") y llegar a unos derroteros en los que "Parchís" no grababan discos, no contaba con ni un solo componente original, pero actuaban en las fiestas de los pueblos hasta bien entrado 1990, y con mas pelillos en los huevos que en la cabeza.
Luego vendría "Parchís 92", estrategia fallida por parte de las discográficas de relanzar el grupo… pero esa sería otra historia.
Me quedan dos pelis más de las argentinas. Ahora ya tengo que darle prioridad a la paciencia.