viernes, 26 de marzo de 2010

CLIENTE MUERTO NO PAGA

Me estoy aficionando al tandem Reiner-Martin, que a principios de los 80 dio sus buenos frutos.
Para la ocasión, 
Carl Reiner cogió unas cuantas escenas de películas de cine negro de los años 40 y 50 con todas sus estrellas, se inventó un argumento estúpido con el que poder unirlas, filmó los contra-planos con Steve Martin, principiante, rotundo, luciéndose como ya no hace actualmente, y así le tenemos interactuando con actores de la talla de Humphrey Bogart, Ray Milland, Vincent Price, Ava Gadner, Alan Ladd, Lana Turner, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Bette Davis… y esa broma es toda la gracia de la película, un chiste inofensivo que ni podemos vanagloriar por su originalidad, ni lapidarlo por ser mediocre. Aunque la película anda a medio camino de ambas cosas.
Con todo ese material, le buscan una fémina a la que poder colocar los pechos (literalmente) endosándole a una guapísima Rachel Ward de aires totalmente cincuenteros y, lo más importante, muy dignos, después de verla en aquel "Psicosis 2" de mentirijillas y antes de "El pájaro espino". Así, Reiner se marca un personal homenaje al cine negro, con su colega Martin, su propia presencia (de hecho la filmografía como actor de Reiner es casi mas extensa que la de director) y sale airoso de ese revoltijo de planos que al final es "Cliente muerto no paga".
Normalmente, los gags que ejecuta Carl Reiner en sus películas no tienen precio, suelen ser lo mejor de la comedia ochentera, muy pocas veces superados. Esta peli no tiene demasiados de aquellos memorables, pero cuando hay uno, es de tan mala leche y tan bueno que tienes que quitarte el sombrero (
"Un genio con dos cerebros" está repleto de ellos). Sin ir mas lejos, tenemos un momento en el que Steve Martin debe irse a Perú, y lo define de la siguiente manera: “un país en el que escriben problemas con v, y si los corriges, te matan”.