Me estoy aficionando al tandem Reiner-Martin, que a principios de los 80 dio sus buenos frutos.
Carl Reiner, para la ocasión, cogió unas cuantas escenas de películas de cine negro de los años 40 y 50 con todas sus estrellas, se inventó un argumento estúpido con el que poder unirlas, filmo los contraplanos con Steve Martin, principiante, rotundo, luciendose como ya no hace actualmente, y así le tenemos interactuando con actores de la talla de Humphrey Bogart, Ray Milland, Vince Price, Ava Gadner, Alan Ladd, Lana Turner, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Bette Davis… y esa broma, es toda la gracia de la película, un chiste inofensivo que ni podemos vanagloriar por su originalidad, ni lapidarlo por ser mediocre. Aunque la película anda a medio camino de ambas cosas.
Con todo ese material, le buscan una fémina a la que poder colocar los pechos (literalmente) y le endosan a Rachel Ward que estaba de muy buen ver, después de salir en PSICOSIS II y antes de salir en EL PAJARO ESPINO y con aires totalmente cincuenteros y, lo mas importante, muy dignos, Reiner, se marca su personal homenaje al cine negro, con su colega Martin, su propia presencia ( de hecho la filmografía como actor de Reiner es casi mas extensa que la de director) y sale airoso del revoltijo de planos que al final es CLIENTE MUERTO NO PAGA.Normalmente, los gags que ejecuta Carl Reiner en sus películas, no tienen precio, suelen ser lo mejor de la comedia ochentera, y muy pocas veces son superado por gags de otras películas. Esta peli, no tiene demasiados de aquellos memorables, pero cuando tiene uno, este es de tan mala leche y tan bueno, que tienes que quitarte el sombrero ( UN GENIO CON DOS CEREBROS está repleto de ellos). Sin ir mas lejos, hay un momento en el que Steve Martin tiene que irse a Perú, y define aquél país de esta manera: “Perú es un país en el que escriben problemas con v, y si los corriges, te matan”.
Carl Reiner, para la ocasión, cogió unas cuantas escenas de películas de cine negro de los años 40 y 50 con todas sus estrellas, se inventó un argumento estúpido con el que poder unirlas, filmo los contraplanos con Steve Martin, principiante, rotundo, luciendose como ya no hace actualmente, y así le tenemos interactuando con actores de la talla de Humphrey Bogart, Ray Milland, Vince Price, Ava Gadner, Alan Ladd, Lana Turner, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Bette Davis… y esa broma, es toda la gracia de la película, un chiste inofensivo que ni podemos vanagloriar por su originalidad, ni lapidarlo por ser mediocre. Aunque la película anda a medio camino de ambas cosas.
Con todo ese material, le buscan una fémina a la que poder colocar los pechos (literalmente) y le endosan a Rachel Ward que estaba de muy buen ver, después de salir en PSICOSIS II y antes de salir en EL PAJARO ESPINO y con aires totalmente cincuenteros y, lo mas importante, muy dignos, Reiner, se marca su personal homenaje al cine negro, con su colega Martin, su propia presencia ( de hecho la filmografía como actor de Reiner es casi mas extensa que la de director) y sale airoso del revoltijo de planos que al final es CLIENTE MUERTO NO PAGA.Normalmente, los gags que ejecuta Carl Reiner en sus películas, no tienen precio, suelen ser lo mejor de la comedia ochentera, y muy pocas veces son superado por gags de otras películas. Esta peli, no tiene demasiados de aquellos memorables, pero cuando tiene uno, este es de tan mala leche y tan bueno, que tienes que quitarte el sombrero ( UN GENIO CON DOS CEREBROS está repleto de ellos). Sin ir mas lejos, hay un momento en el que Steve Martin tiene que irse a Perú, y define aquél país de esta manera: “Perú es un país en el que escriben problemas con v, y si los corriges, te matan”.