lunes, 11 de agosto de 2014

CHISPITA Y SUS GORILAS

Y mira que me gusta un subgénero tan de aquí como es el de “películas vehículo para lucimiento de cantantes”, especialmente la rama dedicada a benjamines.
En aquellos tempranos ochenta, todo el "boom" del artisteo infantil lo viví intensamente y  siendo fan de casi todos ellos. Consumía sus casetes, y sobre todo, cienes de veces, sus películas.
Yo supongo que los universitarios y veinteañeros que pululan por aquí, quizás, ni de oídas conozcan a Chispita. Era una niña monísima y encantadora  (hoy una cuarentona del montón) que cantaba de maravilla. Sevillana ella, sacó un disco de gran éxito (en el que venía el "hit" “La vuelta al mundo en Góndola”) y otro que pasó inadvertido. Con este segundo desapareció del mapa. Pero entre disco y disco, junto a otros improvisados cantantes infantiles, los archi famosos -gracias a la serie “Verano Azul”- Miguel Angel Valero y Miguel Joven, “Tito y Piraña”, que grabaron su propio vinilo bajo el nombre común de "Los Pirañas" (en el que venía la canción de “Comer, comer” y donde  mayormente cantaba Piraña, ya que Tito lo hacía como los perros, relegándole así a coros), protagonizaron una película que de puro “exploitation” no se como no se les caía a los productores la cara de vergüenza, porque esta, en poco más de hora y veinte le pasaba factura no solo a Chispita y a “Tito y Piraña” (con ese cartelón, como para no llevar a los críos al cine, debieron pensar nuestros padres) , si no que, además, y vistas ambas películas recientemente, tiene serios ramalazos de “Annie” (las dos musicales sobre niña huérfana pobre que acaba viviendo con señor mayor rico y señorita de mediana edad de medio buen ver, y un personaje femenino directamente relacionado con la cría, antagonista, que rebosa maldad), ramalazos de “Las aventuras de Enrique y Ana” (en ambas hay personajes adultos estrafalarios aparentemente salidos de un universo ficticio ajeno al costumbrismo del que provienen los protagonistas), además de guiños a Bud Spencer y Terence Hill. Tito y Piraña, uno gordo y uno flaco, reparten leña como si de los actores italianos se tratase, y por si el espectador más idiota no se diera cuenta, lo adornan todo con posters de las películas de aquellos y, además, se añade una escena en la que ambos salen disfrazados como ellos en “Quien tiene un amigo tiene un tesoro” soltando un forzadísimo diálogo: -“Hola, Bud Spencer”. –“Hola Terence Hill”, se dicen en un momento dado Miguel Ángel Valero y Miguel Joven.
Por otro lado la película es súper cutre, no solo en lo referente a la ambientación (todo rodado en pisos reales y exteriores cochambrosos al más puro estilo neo-realista, pero a lo chabacano), sino también en la dirección y el montaje; Lo primero corre a cargo de Luis María Delgado (“Loca por el circo”, “Mírame con ojos pornográficos”) y es de lo más dejada, a años luz de lo que este hacía en los setenta con Alfredo Landa o Fernando Esteso. Lo segundo, con tantos saltos de eje y fallos de raccord, parece amateur.
Y bueno, esos defectos acaban siendo, siempre, virtudes. Además, este tipo de productos, negocios puros y duros, deberían estar por encima del propio cine. ¿Cómo no me va a gustar “Chispita y sus gorilas”? ¡Es pura nostalgia!
Cuenta la historia de una niña que, al morir su madre, descubre que esta la había adoptado. Huyendo del maltrato al que la somete la novia de su padrastro, se hace amiga de dos muchachos muy fuertes, que la defienden de todo peligro, con los que monta un conjunto musical del enorme éxito, motivo por el que el padrastro la buscará para aprovecharse.
Como dato extra , sin más, diré que Chispita se puso delante de la cámara en las series yankis “Matt Houston” y “Vacaciones en el Mar”, y Miguel Ángel Valero y Miguel Joven lo hicieron, juntos, en “Padre no hay más que dos”. Valero, por su parte, apareció además en “Buenas noches Señor Monstruo” y “El Rollo de Septiembre” antes de abandonar definitivamente el mundo del espectáculo para dedicarse a sus estudios y acabar ejerciendo de profesor universitario. Joven creo que es camarero en su Málaga natal.
Muy entrañable todo.