lunes, 10 de mayo de 2021

808

La Roland  T-R 808 Rhytm Composer —popularmente conocida sencillamente como la 808— fue una caja de ritmos  fabricada por Roland Corporation a principios de los años 80 que, sin pretenderlo, se convirtió en uno de los instrumentos musicales más influyentes y revolucionarios de la historia de la música.
La 808, caja de ritmos funcional  y rudimentaria, fue concebida como complemento para los músicos callejeros que desearan llevar percusión como acompañamiento. Si un guitarrista necesitaba una batería, la principal innovación de esta caja consistía en que podía programar sus propios ritmos de batería. Sin embargo, en sus primeros meses de vida, la caja no gozó de la popularidad deseada ya que los sonidos de batería que creaba eran demasiado electrónicos, raros, grandilocuentes, y parecían todo menos una batería convencional. El bombo resultaba atronador, y las líneas de bajo que se podían conseguir eran poco menos que estridentes.
Sin embargo, el bajo precio con el que se comercializó propició que los viejos popes del Hip-Hop comenzaran a experimentar con ella, a sacarle partido y, así, escribir con este aparato una página de la historia, no ya del Hip-Hop, sino de la música electrónica en general, gracias al “Planet Rock” de Afrika Bambaata & The Soul Sonic Force que utilizaba muy sabiamente las programaciones de la 808, o  productores como Rick Rubin que tomaron buena nota de ello. Cuando Marvin Gaye usó 808 en uno de sus más grandes hits, el “Sexual Healing” el mundo de la música supo que esa cajita de ritmos, casi de juguete, había llegado para quedarse.
Generó culto hasta tal punto que, según avanzaba la década, la 808 se convirtió en un aparato esencial en estilos de música tan dispares como pop, Miami bass,  acid house, italo disco, tecno… llegando el culto a la maquinita hasta nuestros días que se utiliza en todo tipo de estilos electrónicos contemporáneos como por ejemplo el trap, cuyo patrón consiste básicamente en la utilización de la 808 para construir beats.
El secreto del sonido de la 808, y su consiguiente culto se debe principalmente a dos motivos: Por un lado, para abaratar costes, Roland utilizó en la fabricación de esta caja de ritmos una partida de transistores defectuosos desechados por otros fabricantes, de ahí que el sonido de las baterías proporcionadas por la máquina fueran tan especiales, mientras que, por otro lado, solo se fabricaron 12.000 unidades de la 808 entre 1980 y 1983. Una vez vendidos, jamás puso en marcha la fabricación de más unidades a pesar del éxito obtenido porque, como se fabricaban con transistores defectuosos, no volvieron a poder reabastecerse con ese tipo de transistores. Roland, cuando la fabricó, no tenía ni idea del impacto cultural que supondría su pequeña máquina de acompañamiento.
Cuando Alex Noyer y Alex Dunn, productor y director respectivamente de “808”, se encontraban en 2012 en la Winter Music Conference, coincidieron con el productor musical Arthur Baker, y tras una conversaciones de corte nostálgico a cerca de las bondades de esta caja de ritmos y los clásicos ochenteros que se concibieron a su merced, Noyer decidió que sería una buena idea producir un documental sobre este aparato histórico. Y se pusieron manos a la obra con él.
La película documenta, bajo estructura de cabezas parlantes, la historia de la 808, su influencia en el mundo de la música, los pormenores y pormayores de su fabricación y, en definitiva, lo importante que fue este instrumento musical. Para ello se sirve de las declaraciones de reputados artistas como Phil Collins, Pharrel Williams, Diplo o Goldie que en un momento u otro han utilizado en sus éxitos los patrones de esta caja de ritmos. Por supuesto, la 808 es esencial  para el mundo del Hip-Hop, por lo que este ocupa más de un 75% del documental, diciendo lo que tuvieran que decir al respecto gente como Rick Rubin, Beastie Boys, el propio Bambaata, T La Rock o Lil Jon.
El documental es sumamente interesante y ayuda al neófito a comprender —y diferenciar— la idiosincrasia de la Roland, además de hacernos partícipes de indudables clásicos de la música electrónica fabricados con este cacharro y que podemos disfrutar, asimismo, en el álbum “808: The Music” y que fue lanzado paralelamente al documental.
“808” gozó de un estreno limitado en salas de cine de Los Angeles, se proyectó en el SXSW de Austin y, después, gozó del beneplácito de las plataformas de streaming  con Itunes y Apple Music a la cabeza, cosechando durante el trasiego, unánimes críticas que posicionan al documental como uno de los mejores que existen de temática musical.