lunes, 3 de mayo de 2021

STALLONE: FRANK, THAT IS

Desconozco si existe algún documental biográfico sobre Sylvester Stallone, pero nos sabemos todos su vida tan al dedillo que, si no existe, tampoco creo que haya necesidad. Sin embargo, hay un personaje oscuro, simpático y popular por ser su hermano, cuya carrera, aunque alguna vez nos hayamos topado con algo de su cosecha, es un absoluto misterio. El hermano de Rocky; Frank Stallone.
Este dinámico documental repasa toda la vida del Frank desde que es niño hasta el momento actual en el que se gana la vida como cantante de  Big Band, en una película con estructura de cabezotes parlantes, pero que resulta del todo interesante porque, palabras bonitas hacia Frank Stallone  por parte de los entrevistados a parte, el documental incide en la espiral de mala suerte que ha vivido el hoy crooner.
Y es que la vida de Frank Stallone ha sido un cúmulo de despropósitos del azar. Cuando las cosas parecían que iban a ir bien, siempre una serie de acontecimientos se lo pusieron los suficientemente difícil como para pegarse una buena hostia, además de ser una presencia totalmente ensombrecida por el estrellato de su hermano. Sly le enchufaba, cierto, y por eso generó mala fama, sin embargo, cuando con su primer grupo, Valentine,  ficharon a un extraordinario teclista, este abandona el grupo y justo en ese momento triunfa por todo lo alto con su música. Era John Oates. Mientras, Valentine se dan de hostias porque, a la banda, que ha conseguido cierta notoriedad gracias a la canción que compusieron para “Rocky”, “Take It Back”, se les toma a cachondeo hasta tal punto que, en una sala de conciertos en la que son contratados, no son anunciados como Valentine, sino como “Rocky’s Brother”. Si el no conocer —o no querer conocer— el nombre de la banda por parte de sus contratantes no fuera suficiente, tras grabar su primer disco con RCA, esta empresa cambiara su política y desarrollando nuevos proyectos. De ese modo, ese álbum queda relegado al ostracismo y no llegando a nada. Más mala suerte.
Y toda la carrera de Frank es así, llena de infortunios. Tuvo un ramalazo de suerte cuando los Bee Gees abandonaron su participación en la banda sonora de “Staying Alive” y, casi por descarte, se la encargaron a él consiguiendo así el momento de mayor gloria en su carrera, que fue el éxito de “Far from Over”. Y con ese exitazo la discográfica lanzó su primer disco en solitario con todos los medios posibles —tras el éxito de “Far from Over”  se suponía que este hombre iba a vender más discos que Conchita Piquer—, con tan mala suerte que ese disco no funcionó en absoluto.
De todo eso, de las rivalidades con su hermano, y, pasando un tanto por encima, de su carrera como actor de productos de serie B/Z en los que se explotaba su apellido y sus escarceos en el cine mainstream (en los que no estaba enchufado por Sly), nos habla este documental acompañándose de abundante material de archivo que incluye súper ochos y fotografías pertenecientes a la familia y en las que vemos a los hermanos Stallone hechos unos pipiolos, montado todo con tanta pericia, que la hora y cuarto de metraje que dura se nos pasa como si fueran 20 minutos. Muy bueno, muy entretenido y entrañable.
Sin embargo, y aunque se nos presenta a Frank Stallone como un individuo amargado y lleno de manías,  considero que la mala suerte, principal protagonista del documental, no es tanta; Stallone ha vivido de la música y del cine durante toda su vida y en las escenas filmadas en su casa no parece que viva en un cuchitril precisamente ¿Que no ha llegado a ser una megaestrella como su hermano? Vale, pero su carrera es, de largo, mucho más entrañable e interesante que la de Sylvester. Se puede morir tranquilo.
Curiosamente, el director Derek Wayne Johnson, que compagina su carrera de actor con su labor como realizador de documentales, debe ser un absoluto flipado de “Rocky”, porque todos los documentales que ha rodado giran en torno a la película, ya sea este, ya sea “John G. Alvidsen: El gran desconocido”, ya sea “40 Years of Rocky: The Birth of a Classic”.
Muy interesante y entrañable todo.