sábado, 20 de agosto de 2022

DIRECT TO VIDEO: STRAIGHT TO VIDEO HORROR OF THE 90´S

Dustin Ferguson es uno de esos "filmmakers de la era digital" que, gracias a las nuevas herramientas económicas y las plataformas, producen películas de terror como rosquillas, entre diez y veinte al año. No le falta nada, tiene varias de tiburones que cantan y bailan, sendas seudo-secuelas de Amityville, la del payaso asesino, la de zombies, el retro slasher. Todas las tendencias habidas y por haber en el submundo del zetismo, y en riguroso orden, perfectamente dispuestas en sendas plataformas de streaming a la desesperada búsqueda del click ("clickxploitation" lo llamo, algún día les hablaré a fondo de ello). Del montonazo destacan varios documentales que delatan sus apetencias pero, también, sus carencias, entre ellas el acabado algo costroso y descuidado de "Direct to Video: Straight to Video Horror of the 90´s".
Resulta complicado valorar cualquier tendencia creativa surgida en los noventa. No fueron años de mucho esplendor, siendo el terror donde la cosa andaba más jodida. Pero, claro, ahora que es tan "cool" reivindicarlo absolutamente todo, hasta los vídeos de YouTube donde se explica cómo cocinar croquetas, pues resulta desconcertantemente normal que a alguien le de por decir que los productos de tercera destinados al vídeo-club paridos en aquellos tiempos merecen ser atendidos. Pos fale. De todo tiene que haber en este mundo. Yo, como degustador insaciable y curioso incurable, me moría por ver cómo coño se lo montaban para defender tanta basurilla. Además, la ristra de cabezas parlantes era atractiva (siguiendo el mismo orden de Imdb): Clint Howard, Kelly Maroney, Lloyd Kaufman, Brinke Stevens, Tiffany Shepis, Fred Olen Ray, (el auténtico "hero" de Ferguson, quien comenzó su andadura amateur pariendo una secuela casera de "Scalps"!!), Jim Wynorski, Debra Lamb, Kevin Tenney, Rolfe Kanefsky, Jeff Burr, C.Courtney Joyner y el gran Chuck Cirino. Gracias al bueno de Romerito ayer mismo pude desquitarme.
Realmente, mi gran temor antes de darle al "Play" era la sobredosis de "geekismo" descontrolado que hoy lo salpica todo. Donde la desmedida pasión por cualquier chuminada ciega a los que la defienden, impidiéndoles comportarse como personas justas y racionales. Y de entrada, dichos temores parecían justificados: Ver al inicio dos logotipos de sendas productoras, uno imitando el rollo "grindhouse" setentero, y el otro el rollo "vhs rancio", me acojonaron. Tampoco ayudó la inmediata presencia de dos mongos esputando las tonterías de rigor, especialmente el que vende la moto de su condición punk-skater, recurriendo a la cantinela del "chico solitario que alquilaba esas películas con las que era feliz", para luego afirmar, sin ruborizarse, que sus "amigos" en realidad eran los personajes que pululaban por las producciones "Full Moon" de la década.
Comenzaba a sentir deseos de subirme por las paredes, cuando la cosa se calma y Dustin Ferguson da pie a los que de verdad interesan, los creadores de todo aquel cine (o "cine") que le dan al pico que da gusto, contando mil batallitas. Algunas no especialmente interesantes, ni divertidas (por mucho que el entrevistado se descojone durante el proceso), pero en general amenas.
Entre medias, cuela trailers o momentos concretos de las películas comentadas, pero procede de modo bastante poco certero, muy bruscamente, haciendo gala de cierto patosismo caótico a la hora del montaje, sobre todo introduciendo avances sin que veamos el título y, por ende, cuando aparece el invitado hablando, todavía no sepamos de qué jodida película se trata. En general es todo como muy deslavazado, una mera acumulación de peña dándole a la sin hueso carente de trama interna, ni nada específico.
Aunque lo verdaderamente ofuscante fue que, a pesar de toda la información recibida, no me estaba divirtiendo. Ni emocionando. Ni nada. El aburrimiento iba ganando la partida a cada minuto que se sumaba (porque, como todo creador de la era digital, Ferguson es incapaz de contenerse. Lo mete todo, a lo bestia, y suma casi dos horas de documental) ¿Cuál sería la causa? ¿Tal vez que, hasta hace poco que me reconcilié con el cine de los 90, tenía un muy bajo concepto del mismo? Tras mucho reflexionar, lo entendí: el terror de baja estofa de ese periodo es demasiado malo, demasiado olvidable, realmente no hay NI UNA peli memorable en todo el documental... son todas malas, desalmadas, con ese look telefílmico, esos abusos de diálogos, esos pre-efectos infográficos tan mierdosos. Claro, así es imposible emocionarse ni un ápice.
Cuando salen a relucir algunos más o menos interesantes, te esperanzas... hasta que descubres que se está recurriendo a sus secuelas... las peores, además. El tercer "Night of the demons" y el cuarto "Ghoulies". Más fatídico es el caso de "El Dentista", que siendo uno de los pocos subproductos potables de la época (ni que sea por cuando lo vi en el Festival de Sitges, con toda la platea gritando en los momentos de truculencia dental), ¡resulta que se decantan por su horrible segunda parte!
Al final, "Direct to Video: Straight to Video Horror of the 90´s", como buen documental parido en una época de incontinencia y sobreproducción, deja la sensación de ser algo muy desaprovechado, en perfecta consonancia con las películas y -a rasgos generales- la década a las que dedica su contenido.
La providencia ha querido que para la semana entrante mi compañero Víctor haya reseñado dos películas del colega Dustin. Así, a lo tonto, este escrito pasa a ser el pistoletazo de salida de lo que podríamos llamar la "Ferguson Week". Que les sea leve.