lunes, 31 de marzo de 2014

MUSEO DE CERA

Indudablemente, “Museo de cera” es un clásico de la serie B (y con sabor a Serie b, que no todas lo tienen…) ochentera, unión de la “Vestron Pictures” en lo que sería una de sus pocas incursiones en la pantalla grande, de Anthony Hickox director de simpática carrera, pero un tanto limitadito a grandes rasgos, y de Bob Keen, artesano de los efectos especiales y el maquillaje, cuya trayectoria ya resulta del todo entrañable. Como la película que nos ocupa.
Cuenta la historia de un grupo de jóvenes a los cuales se les invita a una “representación privada” de lo que se supone es el nuevo museo de cera de la ciudad. Los chicos acuden al museo, se dispersan por el mismo y en cada representación de cera, al pasar dentro del escenario, estos se trasladarán a la época, lugar y momento en el que el monstruo de cera representado operaba, asesinando a los incautos y haciéndoles formar parte del escenario de cera. Difícil de explicar, pero bueno ¿Quién no la ha visto ya?
Como el cine de terror estaba tan de moda a mediados de los ochenta, “Vestron Pictures” quería rodar una película de terror ambientada en un museo de cera, para así también, poder lanzar guiños a los monstruos clásicos, pero tenían poco tiempo para la pre-producción y poco menos de un millón de dólares para rodarla, así que debían contratar al a un guionista que trabajase rápido. El elegido fue Hickox quien escribió el guión en tres días, y rápido comenzaron a rodar. Por su parte, el encargado de los f/x,  Bob Keen, en nómina de la “Vestrom” por aquel entonces, trabajó a destajo creando unos efectos especiales la mar de resultones que se prodigan como lo mejor de la película (¡ese maravilloso hombre lobo!), a la par de sangrientos. La versión que se pudo ver, por lo visto no es ni la mitad de sangrienta que  debería ser: el MPAA, cortó a su antojo las partes más gore. Con todo, el resultado de lo que se puso a disposición del público, es muy cafre, así que no me imagino como serían las imágenes cercenadas.
Curiosamente, la película en su estreno en cines, fue un absoluto fracaso que cambió el rumbo de la “Vestrom” en sus producciones, puesto que si “Museo de Cera” fue un fracaso en cine, sin embargo en el mercado del vídeo es uno de los títulos más vendidos de Estados Unidos, con lo que, con su siguiente estreno “Reto Al diablo”, viendo que ocurría lo mismo que con “Museo de cera”, decidieron centrarse, en lo sucesivo, en el mercado del vídeo. Y mientras al vídeo le fue bien, a la “Vestron” le fue bien.
La película sobrevive al paso de los años estupendamente y se disfruta al 100% todavía, resulta divertida, dinámica y original,  y al acabarla uno se queda con un regustillo muy agradable. Yo hacía ya años que no la veía, y temiéndome lo peor en este último visionado, resulta que me lo he pasado estupendamente. Quizás algunas cosillas se han quedado desfasadas –el vestuario de los protas, chirría demasiado así como algunos diálogos estúpidos, tan de aquella época por otro lado-  pero nada de importancia. Una de las mejores películas que produjo “Vestron”.
Un apunte: Mucho se habla del clímax final de “La cabaña del bosque”, con todos esos monstruos y esos guiños lanzados al fan del terror; bien, el clímax de “Museo de cera”, es el mismo de esta, pero ideado veintipico años antes: Al final, montones de monstruos la liarán parda, y con menos repugnantes intenciones que la de Drew Godard. También es cierto que salvo esto, no se parecen en nada más, por supuesto.
Mención a parte se merece el reparto:
Zach Galligan, que se encasilló tantísimo protagonizando “Gremlins” que después de la película de Joe Dante, apenas le salían papeles, así que se vio inmerso en la serie B más inmunda, los telefilmes más infames, y los “Direct to vídeo” más zetosos.  Aquí queda claro, que no solo quedó encasillado con “Gremlins”- mientras vemos la película, somos incapaces de quitarnos de la cabeza que Galligan fue Billy Peltzer- sino que además, es un actor tremendamente malo. Aquí vemos que su registro es limitado, con tendencia a la sobreactuación, saltando con facilidad a la infractuación, no ya en la misma escena, sino en el mismo plano, sin embargo, en este producto el amigo Galligan se ve como pez en el agua, así que en cierto modo, es normal que quedara alejado del mainstream. Después de esto, pocas cosas destacables rodó en su carrera, pero Anthony Hickox si que contó con él para la mayoría de sus películas. Lo ultimo que ha hecho, una aparición en “Hatchet III”. Que quieren que les diga, Zach Galligan y su mierdosa carrera, me parecen del todo entrañables.
Por otro lado tenemos, en un rol bastante menos destacado a David Warner cuya carrera siempre ha deambulado en el “Maistream”, la serie B y la televisión, recordándole todos, más que por su papel en “Museo de Cera” por su papeles en cosas tan celebres como “La profecía”, “Aeropuerto 79” o “Titanic”.
Tenemos a Miles O´Keefe, famoso por ser Tarzán en “Tarzán, el hombre mono” y Ator en la saga de “Ator el poderoso”, que siempre ha deambulado por productos de dudosa calidad, llegando a aparecer en cortos de “Amateurs” con Damon Packard. Aquí interpreta a una de las figuras de cera, nada menos que un homosexualizado Conde Drácula.
Y de entre el resto del reparto, destaca  el enano que hace las veces de maestro de ceremonias del museo de cera, que no es otro que “Michu”, que se hizo muy, muy famoso dentro del disfraz de “ALF”, aunque también tuvo sus papelitos en cosas como “La gran aventura de Pee Wee”, o “Freaked: La disparatada parada de los monstruos”.
Ahí es nada ¿verdad?
Los F/X, son cosa del anteriormente mentado Bob Keen, que pasó de hacer las maquetas de grandes producciones de Hollywood a elaborar los efectos especiales de mogollón de películas, para acabar dirigiendo bodrios como “Proteus”o algún que otro “exploitation” de “Parque Jurasico”.
Por su parte, Hickox, que cada vez que rodaba se hundía más y más en su propia mierda siendo hoy un claro ejemplo de la inutilidad cinematográfica –aunque esta le salió bien, quizás solo por ser la primera-. Es popular por haber dirigido cosas como “Vampiros a la sombra”, “Hellraiser III”, una de las secuelas de “Warlock”, “Las aventuras del principe Valiente” y el episodio piloto de la serie que pretendía lanzar al estrellato en las américas a Sammo Hung, “Martial Law”. Todo lo demás que ha rodado, es cuanto menos, una puta mierda.
Un par de años después, y debido al éxito que en videoclubes obtuvo esta, Hickox rodó la secuela “Waxwork 2” también con Zach Galligan, y que, obviamente, poco tiene que ver con esta, que tampoco fue un éxito como esta y que ya caerá por aquí un día de estos.
En cuanto a “Museo de cera”, una pequeña maravilla.