sábado, 25 de octubre de 2025

NIGHT OF HORROR / CURSE OF THE CANNIBAL CONFEDERATES

"Night of Horror" narra la historia de un grupo de amigos que topan con los espíritus lamentosos de unos soldados confederados. Resulta que en la pandi hay una chavala idéntica a la esposa de uno de ellos, muerto en combate y cuya cabeza decapitada reposa mal enterrada en los contornos. Los fantasmas le pedirán a la chavala que la localice para darle sepultura como dios manda.
Estamos ante un largometraje de 73 minutos eminentemente amateur y rodado en Super 8 el año 1981, con actores acartonados, diálogos "rellenistas" anti-naturales, muchas carencias técnicas y lo que más ha mosqueado a aquellos que decidieron dedicarle un ratejo: aburrimiento. Podría haber colado como un corto resultón de, pongamos, quince minutos. Pero como película larga, es una auténtica tortura. Sobre todo, cierta secuencia en la que el director, Tony Malanowski, acude a una recreación de la guerra civil y filma desde la distancia, con zoom y a pulso, batallas interminables de las cuales incluye varios minutos. Leí que cinco, pero a mí me parecieron bastantes más. Cuando los fantasmas se dejan ver, son un par de tipos vestidos de soldado, en la penumbra, rodeados de niebla, estoicos y sin abrir la boca. La cámara se recrea en ellos desde todos los ángulos posibles, mientras de fondo escuchamos su "speech", tan eterno como el resto de ingredientes narrativos.
Sorprende pues cero que "Night of Horror" -de, añado, ultra engañoso cartel- despierte tantísimas hostilidades, la verdad. Básicamente se trata de un cortometraje alargadísimo. No obstante, canta mucho que nos encontramos ante un proyecto personal de su director. Uno abordado sin intención -o sin conocimiento- comercial. Desde la pureza del que crea honestamente. Incluso, tal vez, ingenuamente convencido de que está haciendo algo de valor artístico (la mención a Edgar Allan Poe, la falta total de elementos "exploitables", el ritmo pausado, los actores soltando peroratas “profundas”, etc, etc...).
Desconozco la historia oficial. De hecho, aunque he buscado, no hay datos que corroboren mi teoría. Pero diría que Tony Malanowski le mostró "Night of Horror" a algún distribuidor y este soltó aquello de "La historia es buena, pero le falta chicha. Si la haces de nuevo, explicando lo mismo, pero incorporando más sangre, chicas desnudas y acción, te la compro". Porque, en esencia, eso sería la siguiente película del -entonces- joven director, "Curse of the screaming dead", rodada al año siguiente. Y para cuando logró que el magnate en cuestión se la adquiriera, este amplificó los elementos "exploitables" retitulándola "Curse of the cannibal confederates". El mentado resultarían ser dos, Lloyd Kaufman y Michael Herz, amos y señores de la in/famosa "Troma".
El problema es que tuve la osadía de ver "Night of Horror" y "Curse of the cannibal confederates" seguidas, sin pausa. Y cuando llegué a la segunda, las carencias amateuristas de la primera, y demás zarandaja povera, perfectamente presente también en aquella, no me impactaron tanto. Las tenía asumidas, las daba por hecho.
Así, "Curse..." termina siendo un film mucho más tradicional, elemental y previsible. Parece que esta vez cambiaron el Super 8 por 16 mm. Y que, salvo uno de los actores, el resto son distintos y algo menos incapaces (solo un poquito). Por supuesto, hay más disparos, las chicas de turno no salen desnudas, pero sí en biquini y los fantasmas estoicos parlanchines mutan a zombies agresivos de maquillaje muy renqueante. Es donde el aspecto cutre del film canta por soleares. Y eso que entre los implicados andaba todo un futuro y respetado profesional, Bart Mixon, pero no arregla mucho el desaguisado. Desde luego, lo más llamativo es la secuencia en la que los revividos se deleitan zampándose las tripas de varias víctimas, todo bastante rudimentario, aunque con especial fijación en explotar efectos de sonido masticantes, cuya insistencia consigue aquello que busca, resultar razonablemente desagradable.
Esta vez la cosa va de unos jóvenes que aterrizan en una iglesia abandonada (con presencia también en "Night of Horrors"), hurgan en su cementerio y localizan el diario escrito por el capitán de un grupo de confederados muertos en combate. Al mangarlo, aquellos resucitarán y la liarán. Suerte que los protagonistas van armados -son cazadores- y llevan balas explosivas, lo que permite ver algunos perolos zombie estallar sin mucha convicción.
Tal vez, si hubiese consumido "Curse of the cannibal confederates" antes que "Night of Horror" me habría parecido una cosa aburrida y anodina, pero dentro de los parámetros esperables del cine de su categoría (muy cerquita del "Alien Dead" de Fred Olen Ray en la que, curiosamente, participó Bart Mixon), pero al consumirlas en orden inverso, eché de menos ideas un pelo menos trilladas. Al menos mientras sufría "Night of Horror" no cesaba de sorprenderme ante las elecciones estéticas y narrativas de Tony Malanowski, en plan "qué jeta". Reprochable, sí, pero reacción de alguna clase, ausente ante las rutinas más o menos complacientes de su siguiente intento, diseñado para contentar a las audiencias (y los distribuidores).
Desde entonces el muchacho no ha dirigido nada más que un documental sobre ¡¡la guerra civil norteamericana!!, "The Battle of Bunker Hill" del 2009. Manda cojones. Dudo que le ficharan por su "experiencia previa" en ese campo. A lo que más se ha dedicado es a montar, montones de títulos, entre ellos bastantes subproductos (algunos de David DeCoteau). Eso y defenderse de los sangrantes ataques a los que era sometido en internet, de cuando todavía no se había estandarizado eso de la agresión desalmada. Recuerdo incluso haberle leído explicando que sus películas de debut le habían servido para encontrar un hueco en la industria del cine y poder vivir haciendo aquello que más le gustaba, así que no solo no se arrepentía de ellas, sino que se sentía feliz ante su mera existencia. En tal caso, y si estaba siendo honesto, lo celebro.