Nunca sabré explicar por qué jamás sentí interés en ver este slasher de 1984. Lo tuve en las manos miles de veces durante los dorados y añorados años del videoclubismo. Incluso a inicios del nuevo siglo me reencontré con el ya como pieza añeja, pero ni por esas. El caso es que, finalmente, ayer desembolsé un eurito del alma para comprarla en formato dvd y verla como perfecto colofón a este absurdo 2008.
No fue una mala elección del todo. "La Iniciación" tiene una fama parecida a "Solos en la oscuridad", es decir, un slasher que no se conforma con seguir la fórmula al pie de la letra y va un pelín mas allá.
Una pija interpretada por Daphne Zuniga (la posterior "Princesa Vespa" de "Spaceballs, la loca historia de las galaxias") tiene un sueño recurrente. Se ve de cría agrediendo a sus padres (Vera Miles y el bueno de Clu Gulager) y presenciando cómo un tercer individuo entra en juego y acaba devorado por las llamas. Siendo ya una universitaria en toda regla, es requerida para la inevitable iniciación de la inevitable y estúpida fraternidad de chicas (todas muy guapas, y a las que les encanta ir en camisón por casa), que consistirá en colarse en unos grandes almacenes de noche (de los que es dueño el padre de la pija) y ¡robarle la ropa al pobre segurata!. Claro que de por medio aparece un asesino conectado de algún modo con la prota y, cómo no, el clímax se desarrollará en tan suculento escenario.
Sangre la hay, aunque tampoco es que se les fuera la mano. Tetas también tienes, y muy apreciables. Y rollo ochentero, el que quieras, empezando por los modelitos que luce la Zuniga y acabando con ese póster de un mostachudo Tom Selleck en la pared de una estudiante.
Dentro de lo que cabe, y a pesar de su inevitable mediocridad, la peli se ve con razonable agrado, aunque la sorpresa final te la metan un poco con calzador.
El dire, Larry Stewart, ya fallecido, estuvo ligado también a productos televisivos tan entrañables como las respectivas series de "Spiderman", "Hulk" y "Buck Rogers".