lunes, 12 de enero de 2009

DE TRIPAS CORAZÓN

Un abogado alcohólico libra de la cárcel a un delincuente. Este está tan agradecido que procura hacerse amigo del abogado, pegándose a él y su novia durante todo el tiempo. Entre la chica y el macarra acaba surgiendo el amor, lo que dará pie a un montón de problemas.
Mi delincuente-actor favorito es sin duda José Luis Fernández “El Pirri”, surgido de las calles mas sórdidas del Vallecas de los 80, junto a José Luis Manzano. Entre pico y pico que se metían, Eloy de la Iglesia los “rescató” para que protagonizaran la peli de maleantes que les lanzó a la fama, "Navajeros".
Y es que el Pirri es el típico yonki escuálido, desdentado y hecho polvo que podías ver tirado en cualquier descampado metiéndose un chute bien guapo por las venas en aquella época en la que había mas heroinómanos que otra cosa en el extrarradio madrileño. Es uno de esos tipos que si te lo encuentras por la calle, te cambias de acera, porque está claro que nada bueno te va a hacer.
Después de sus apariciones en todas esas películas, el Pirri comenzó a gozar de mucha popularidad mediática, y como una de sus pasiones era el cine, acabó como critico cinematográfico del programa de tv "Pirulí que te ví", donde te morías de risa escuchando al jodio yonki dar su opinión sobre los estrenos de cartelera del momento. Recuerdo una critica suya de "Nunca fuimos ángeles" sin desperdicio alguno. Claro que esta sección duró poco, pues transcurridos escasos meses apareció muerto en un descampado de Villaverde, victima de, como no podía ser de otra manera, una sobredosis.
"De tripas corazón" es una película muy curiosa, ya que, aparte de estar concebida para lucimiento total y absoluto de las dotes interpretativas del Pirri, es una mezcla de dos géneros que estaban llenando las salas en los 80: La comedia madrileña y las películas de maleantes. Con todo, el resultado está entretenido, viendo los problemas de pareja de Juan Diego y Patricia Adriani y la parte cómica de la cinta por parte del Pirri. Además esta película es la afortunada poseedora de la escena más violenta de cuantas se han podido ver en el subgénero, una escena sangrienta, que para sí hubieran querido cualquiera de las partes de "El Pico" o "Perros Callejeros", y que se agradece debido a la condición blanca de la película. Es una escena en la que uno de los amigos del Pirri entra a atracar a una joyería y revienta al dependiente con una recortada. Jamás vi tanta sangre en una simpática película española. Una exageración, que en montaje acentúan con cámara lenta, y que consumí repetidas veces, dando para atrás en mi reproductor, por lo impactante que es.
El director es un cualquiera llamado Julio Sánchez Valdés, que después de un par de películas menores se curtió en series de televisión, volviendo al cine en 2004 con una infame comedia juvenil llamada "XXL".